La justicia escocesa rechazó el viernes el recurso póstumo presentado por la familia de Abdelbaset Mohamet Ali al Megrahi, único condenado por el atentado de Lockerbie que en 1988 dejó 270 muertos, pero ésta, que lleva años intentado demostrar su inocencia, anunció que volverá a apelar.
"Se rechaza la apelación contra la condena", afirmaron los cinco jueces del Tribunal de Apelaciones de Edimburgo en una decisión escrita después de tres días de audiencias celebradas en noviembre en un caso con amplias ramificaciones diplomáticas.
Los familiares de Al Megrahi, "quedaron con el corazón roto por la decisión de los tribunales escoceses", afirmó Aamer Anwar, abogado de la familia, asegurando que su hijo Ali "sigue manteniendo la inocencia de su padre y está decidido a cumplir la promesa que hizo de limpiar su nombre y el de Libia".
Condenado a cadena perpetua en 2001, este exoficial de inteligencia libio mantuvo su inocencia hasta su muerte, en 2012, y sus allegados prosiguen la batalla más de 32 años después del peor atentado perpetrado en suelo británico.
"La familia Al Megrahi ha dado instrucciones a nuestro equipo legal de recurrir ante la Corte Suprema del Reino Unido", agregó Anwar.
- Nuevo sospechoso inculpado en EE. UU. -
El 21 de diciembre de 1988 el vuelo 103 de la aerolínea estadounidense Pan Am hizo explosión sobre la localidad escocesa de Lockerbie cuando viajaba de Londres a Nueva York. Murieron sus 243 pasajeros y 16 tripulantes y 11 personas en tierra.
Condenado por tres jueces escoceses, que formaron un tribunal especial instalado en territorio neutro en Holanda, Megrahi recurrió la sentencia por primera vez en 2002, pero su apelación fue desestimada.
Sin embargo, el libio fue liberado siete años después, tras ser diagnosticado con un cáncer terminal, y regresó a su país donde murió en 2012 con 60 años.
Un segundo acusado, el también agente de inteligencia libio Amin Khalifa Fhimah, fue juzgado junto a Megrahi y absuelto en 2001.
Afirmando disponer de nuevos elementos, hace menos de un mes la justicia estadounidense anunció la inculpación de un tercer libio, Abu Agila Mohammad Masud, exjefe de los servicios de inteligencia del fallecido líder libio Muamar Gadafi.
El régimen de Gadafi reconoció oficialmente en 2003 su responsabilidad en el atentado y, en el marco de una serie de medidas de acercamiento a Occidente, pagó 2.700 millones de dólares en compensaciones a las familias de las víctimas.
- Desclasificar documentos secretos británicos -
Sin embargo, durante mucho tiempo se sospechó que Irán había contratado a activistas palestinos para llevar a cabo ese atentado como represalia por el derribo, el 3 de julio de 1988, de un avión comercial iraní por un navío de guerra estadounidense.
La tripulación de ese buque, que disparó dos misiles, dijo posteriormente haber confundido el Airbus con un caza iraní. En el ataque murieron 290 personas.
Teherán siempre ha negado estas acusaciones.
Alegando motivos de seguridad nacional, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, firmó una orden en agosto para mantener secretos ciertos documentos de inteligencia relacionados con este caso.
Se cree que dichos documentos afirman que un agente de inteligencia jordano del grupo armado sirio Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG) construyó la bomba.
"La familia exige la desclasificación de pruebas secretas en poder del gobierno británico, que creen que incriminan a otros como Irán y el grupo sirio-palestino" pero "el ministro de Relaciones Exteriores se ha negado a hacerlo" y "esto debe suceder para que la verdad salga a la luz", afirmó Anwar el viernes.
Megrahi había apelado su condena una segunda vez en 2007, aunque ese recurso fue abandonado cuando se le diagnosticó el cáncer. También entonces, el canciller británico David Miliband se había negado a entregar dichos documentos.
Al aceptar este tercer recurso, la comisión de revisión judicial escocesa consideró que las pruebas presentadas en 2000 contra Megrahi -el testimonio de un vendedor de Malta que lo identificó como el hombre que compró ropa hallada en la maleta donde estaba la bomba- no demostraban culpabilidad más allá de una duda razonable.
El Tribunal de Apelaciones “ha determinado que no hubo error judicial”, subrayó el viernes el ministro de Justicia escocés, Humza Yousaf.