Qamishli. Dieciséis personas, entre ellas cuatro estadounidenses, murieron este miércoles en un atentado suicida del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Manbij, Siria, en el ataque más mortífero desde el 2014 contra las fuerzas de la coalición internacional.
“Dos miembros del servicio estadounidense, un civil del Departamento de Defensa y un contratista que apoyaba” a este ministerio “fueron asesinados y tres miembros del servicio resultaron heridos”, detalló el Pentágono.
El vocero de la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos precisó el ataque a causa de “una explosión cuando realizaban una patrulla de rutina”.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), el ataque se produjo cerca de un restaurante del centro de Manbij, en el norte del país.
Entre los otros 12 muertos hay cinco combatientes de una milicia árabo-kurda que acompañaban a la patrulla estadounidense.
Un video filmado por una agencia kurda local en el lugar del drama muestra una fachada ennegrecida y por completo destrozada, el suelo cubierto de escombros y sangre en las paredes.
Tras el ataque, en las calles de Manbij se veían blindados estadounidenses, mientras los soldados armados hacían guardia, constató un colaborador de la AFP.
El EI afirmó en un comunicado en la red Telegram que al ataque fue realizado por el “hermano kamikaze Abu Yasin al-Shami”, quien hizo detonar su chaqueta llena de explosivos al paso de una “patrulla con miembros de la coalición cruzada”.
En el 2016, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por la coalición internacional, echaron al EI de Manbij. En el 2017, el Pentágono informó que tropas estadounidenses habían sido desplegadas en este sector.
A pesar de las derrotas infligidas al EI, que vio los territorios bajo su control reducirse a una mínima expresión, el grupo yihadista aún logra perpetrar ataques mortíferos.
Liderada por Estados Unidos, la coalición opera en Siria contra el EI desde el 2014, principalmente apoyando a las FDS.
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El ataque de este miércoles ha sido el más letal para las fuerzas estadounidenses en Siria, según cifras del Pentágono, que en los últimos años informó de dos estadounidenses muertos en combate en ese país en dos episodios distintos.
Este tuvo lugar tras el anuncio en diciembre de la próxima retirada de 2.000 efectivos estadounidenses de Siria. El presidente Donald Trump justificó esta decisión asegurando que el EI había sido derrotado.
Este grupo yihadista se encuentra atrincherado en un reducto en la ciudad oriental de Deir Ezzor, donde es blanco de una ofensiva de las FDS. Algunos miembros del EI se han refugiado en el desierto sirio.
¿Fuerzas de la ONU?
Trump lanzó recientemente la idea de crear una "zona de seguridad" de 30 km de ancho en Siria, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que su país se encargara de esta iniciativa.
El influyente político kurdo Aldar Jalil, alto cargo de la administración semiautónoma de la minoría kurda, rechazó la propuesta.
"Turquía no es neutral, es una parte interesada del conflicto (...) y no puede ser un garante de seguridad", señaló a la AFP.
"Puede haber una línea de demarcación entre Turquía y el norte de Siria con fuerzas de mantenimiento de la paz de ONU", dijo. "Cualquier otra decisión es inaceptable", añadió.
"Cualquier presencia turca va a cambiar el equilibrio (de la región) que no será segura", insistió Jalil.
El jefe del estado mayor turco se reunía con su homólogo estadounidense este miércoles en Bruselas para definir las "modalidades" de esta "zona de seguridad", controlada por Ankara, según Ibrahim Kalin, portavoz de Erdogan.
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Moscú, firme aliado del presidente Bashar al-Asad, parece rechazar también esta idea y estimó este miércoles que Damasco debe retomar el control del norte del país tras la retirada de las tropas estadounidenses.
"La única y mejor solución es el paso de estos territorios bajo control del gobierno sirio, de las fuerzas armadas sirias...", declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Para los expertos, el anunció de Trump causó confusión. "No está muy claro lo que realmente quería decir y, hasta ahora, no ha habido una aclaración de la administración estadounidense", comentó Mutlu Civiroglu, especialista en política kurda.
Desde el anuncio de retirada que hizo el presidente, la tensión entre los kurdos sirios y Turquía ha aumentado.
Esta oposición entre Turquía y los kurdos ilustra la complejidad de la guerra que devasta Siria desde el 2011, que ha causado más de 360.000 muertos.