Mánchester y Redacción
Una niña de 8 años y una joven de 18 son las primeras víctimas que fueron identificadas luego del atentado que dejó al menos 22 muertos y 59 heridos en Mánchester, Inglaterra.
El ataque ocurrió al finalizar un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, el cual se realizó en el Manchester Arena.
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Georgina Callander, una estudiante universitaria de Lancashire, fue la primera persona fallecida en ser reconocida. Antes del espectáculo musical ella publicó una foto en redes sociales abrazando a Grande.
"Contenta de verte mañana", afirmó la joven, quien hace dos años había conocido en persona a la artista.
Callender estudiaba en Runshaw College y según recopila el diario The Guardian el exobispo de Rawstorne, estaba en su segundo año de un curso de salud y asistencia social en la universidad.
Además, la joven ofrecía consejería con un equipo dedicado al apoyo estudiantil de personas cercanas al adolescente.
La casa de enseñanza expresó sus plegarias para los amigos y familiares de la muchacha.
"Con una enorme tristeza comunicamos que una de las personas que perdieron la vida en el ataque de Mánchester del lunes fue una de nuestras estudiantes. Las más profundas plegarias para todos los amigos de Georgina, a la familia y a todos los afectados por esta pérdida", mencionaron.
Por su parte, la menor fue identificada como Saffie Rose Roussos, de 8 años, quien asistió al concierto de Grande con su madre y su hermana, de 20 años. Ellas resultaron heridas, según detalló la prensa británica.
También les acompañaba una vecino del condado de Lincolnshire, al norte de Mánchester.
El ataque dejó también 59 heridos, en algunos casos muy graves, de los cuales al menos doce tienen menos de 16 años.
Según la primera ministra británica, Theresa May, entre el público había muchos niños y adolescentes, el perfil predominante entre los admiradores de Ariana Grande.
Búsqueda y angustia
Los afectados por el ataque fueron traslados a ocho hospitales de la ciudad, explicó la Policía. En ellos, los familiares esperaban conocer el estado de los suyos, con las unidades pediátricas recibiendo sangre y convertidas en un vaivén de gente.
"Gracias por pensar en donar sangre. Por el momento tenemos toda la sangre necesaria para los pacientes", expresó Mike Stredder, director de donativos de sangre de la zona.
En el cercano estadio Etihad, sede del equipo de fútbol del Mánchester City, se instaló un centro de recepción de víctimas y allegados. Una muchacha en lágrimas abrazó a un hombre que acababa de llegar al tiempo que dos mujeres se acercaron al lugar con dulces para los niños y revistas.
Hayley Adamson, de 23 años, y Poppy Conlon, de 25, propietarias de un negocio de hostelería, dijeron que respondían así a un llamamiento en la radio.
"Trajimos comida, revistas, dulces, chocolates, papas fritas, sandwiches, cualquier cosa para los niños", explicaron, precisando que dejaron todo en la recepción pero no pudieron acceder a las familias.
Muchos acudieron a las redes sociales en busca de los suyos.
Charlotte Campbell explicó apesadumbrada en varias televisiones que no lograba encontrar a su hija Olivia, de 15 años.
"Todo lo que sé es que estaba en el Manchester Arena con su amiga viendo a Ariana Grande y todavía no ha aparecido", dijo, en declaraciones al programa de televisión Good Morning Britain.
"No logro contactar con ella. He llamado a hospitales, he llamado a todos los sitios, a los hoteles donde decían que habían resguardado a los niños".
Una pareja de adolescentes, Liam Curry y su novia Chloe, seguían desaparecidos.
El primo del joven explicó a radio Heart que "Liam perdió a su padre hace un par de meses, así que andaban haciendo cosas para sobrellevar el duelo, entre ellas ir al concierto".
"Todo el mundo creía que iban a pasar un momento feliz, hasta que nos despertamos esta mañana", lamentó.
"El pabellón se quedó pavorosamente en silencio durante cinco o seis segundos, que parecieron más largos, y luego todo el mundo corrió en todas direcciones", explicó Kennedy Hill, una adolescente que asistió a la actuación de la artista estadounidense.
Su madre, Stephanie Hill, dijo que la gente perdía zapatos y teléfonos por el camino al tratar de huir del lugar.
"Había muchos niños y adolescentes como mi hija en el concierto. Es trágico", lamentó.
"Había padres que llevaban en brazos a sus hijas entre lágrimas", explicó Sebastian Díaz, un muchacho de 19 años de Newcastle, que vestía una camisa tejana y pantalón oscuro.
Autor identificado
Este martes, el presunto autor del atentado fue identificado como Salman Abedi, de 22 años.
Él vivía en Fallowfield, un barrio de Mánchester, donde la policía provocó una explosión controlada.
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Además, la Policía informó de que un hombre de 23 años fue arrestado en conexión con el atentado y que registraron dos viviendas en Mánchester.