Duma, Siria. El régimen sirio lanzó este martes nuevos ataques contra el enclave rebelde de Guta Oriental, a pesar de la entrada en vigor de una tregua humanitaria de cinco horas diarias anunciada por Rusia.
En paralelo, los rebeldes lanzaron varios cohetes desde este enclave cercano a Damasco, donde la campaña de bombardeos del régimen de Bashar al-Asasd ha dejado más de 560 muertos en diez días.
"El régimen sirio lanzó desde las 9 a. m. (hora local) un total de nueve ataques, incluyendo seis obuses de artillería, dos barriles de explosivos y un ataque aéreo", dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Por su parte, la agencia oficial del régimen sirio, Saná, indicó que hubo disparos de cohetes rebeldes contra los corredores humanitarios cerca de un campo en al-Rafidain para impedir a los civiles abandonaran la región.
Naciones Unidas confirmó que "continúan los ataques", lo que hace "imposible" enviar ayuda, dijo Jens Laerke, portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Ginebra.
La tregua --entre las 9 a. m. y 2 p. m. locales-- llega cuatro días después del voto del Consejo de Seguridad de la ONU que tras complejas negociaciones con Rusia logró el sábado aprobar una resolución pidiendo una tregua inmediata de 30 días en el país, que no se aplicó enseguida.
LEA MÁS: Moscú ordena tregua diaria en la región de Guta Oriental, Siria
La jornada de este martes en Guta Oriental había empezado con cierta normalidad antes de los nuevos ataques y muchos civiles salieron de los sótanos donde habían estado escondidos para inspeccionar sus casas y buscar comida, indicaron periodistas de la AFP en la zona.
En Duma, la ciudad más grande de Guta Oriental, la noche fue tranquila y solo se oyeron algunos disparos de artillería, explicó un periodista de la AFP y el OSDH.
En Guta Oriental, una región situada el este de Damasco, la capital siria, la tregua humanitaria se aplica en teoría cinco horas cada día, según Moscú, gran aliado del régimen.
También están previstos corredores humanitarios para permitir evacuar a los civiles, dijo el lunes el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu.
Antes del anuncio ruso del lunes, Francia y Alemania pidieron a Rusia que "presionara al máximo" a Siria para aplicar "de inmediato" la tregua. La Unión Europea también pidió el cese inmediato de los combates para permitir llevar ayuda humanitaria y evacuar a los enfermos.
LEA MÁS: ONU exige de forma unánime 30 días de cese el fuego en Siria
Una 'farsa'
Pero según los habitantes de Guta, el último bastión rebelde en Siria, la tregua es una "farsa" y la comparan a la que se decretó en Alepo, la principal ciudad del norte del país, a finales del 2016.
"Esta tregua es una farsa, Rusia nos mata cada día, nos bombardea cada día", explicó a la AFP Samer al-Buydani, un habitante de Duma.
"No puedo confiar en los que la hicieron para irme con mi familia. Es el régimen quién nos mata, ¿cómo podría confiar en él? (...). Además, si acepto salir, (el régimen) me reclutará inmediatamente para combatir contra sirios", dice este hombre de 25 años.
Mohammed al-Abdullah, de la ciudad de Hamuria, también en Guta, tampoco cree en la tregua.
"Tenemos dos opciones, morir o irnos. Hasta ahora la campaña ha sido una operación de exterminio, no una ofensiva normal", explica este hombre de unos 30 años que pide "una tregua permanente" y que se abran corredores humanitarios "con garantías internacionales".
Según él, no puede haber una tregua de 30 días si luego viene "una nueva campaña de exterminio" y recuerda lo que pasó en Alepo, donde Rusia anunció varias treguas humanitarias en el 2016 que sirvieron para reconquistar la parte rebelde de la ciudad.
Asediada desde el 2013, Guta Oriental, donde viven 400.000 personas en condiciones extremas, sufre de los bombardeos y de la escasez de comida y medicamentos.
Según la OCHA, más de 700 personas necesitan ser evacuadas urgentemente por razones médicas, mientras que el 12% de los niños de menos de cinco años sufren desnutrición y un niño de cada tres tiene retrasos de crecimiento.
La última ofensiva del régimen sirio, con apoyo de Rusia, dejó inutilizados varios hospitales y disparó los precios de los alimentos básicos, como el pan, cuyo precio se multiplicó por cinco en febrero, según la OCHA.