Londres. Los líderes de Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Alemania pidieron este jueves explicaciones a Rusia por el atentado contra un exespía en Inglaterra, mientras Moscú se disponía a responder a las primeras sanciones británicas.
“Nosotros, los líderes de Francia, Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido, condenamos el atentado contra Serguéi y Yulia Skripal en Salisbury”, afirmaron en un comunicado conjunto la primera ministra británica, Theresa May; su par alemana, Ángela Merkel, y los presidentes francés, Emmanuel Macron, y estadounidense, Donald Trump.
“El uso de un agente nervioso de rango militar, de un tipo desarrollado por Rusia, constituye el primer uso ofensivo de un agente nervioso desde la Segunda Guerra Mundial. Es un ataque a la soberanía británica”, añadieron, al tiempo que denunciaron “un patrón” de conductas irresponsables del país presidido por Vladimir Putin.
“Compartimos la conclusión británica de que no hay alternativa posible” a la responsabilidad rusa en el atentado, afirmaron los cuatro líderes, quienes reclamaron a Moscú que responda “a todas las preguntas”, en particular a las surgidas sobre su programa de armas químicas Novichok.
Cuentas sobre arma química
“Reclamamos a Rusia que responda a todas las preguntas relacionadas con el atentado de Salisbury”, exigieron.” Rusia debería en particular dar una información plena y completa del programa Novichok a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ)”, pidieron los cuatro, en un comunicado que zanja cualquier asomo de división entre los aliados.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respaldó este jueves a Londres en su “proporcionada” respuesta tras el ataque con gas nervioso contra un exespía ruso en Reino Unido, y señaló que deben haber “consecuencias”.
“No ha habido ningún programa de desarrollo de armas químicas bajo el nombre Novitchok ni en la época de la URSS, ni en la de Rusia”, respondió este jueves el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, citado por la agencia Interfax.
Réplica de Rusia
Rusia además se preparaba para dar la réplica a un gesto que calificó de “absolutamente irresponsable”.“Se están preparando la medidas de respuesta y serán adoptadas próximamente”, afirmó la portavoz de la diplomacia, María Zajarova, quien denunció en este caso las “acusaciones absolutamente absurdas contra Rusia y su pueblo”.
“La posición de la parte británica nos parece absolutamente irresponsable”, declaró -por su lado- el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
May anunció el miércoles una serie de sanciones contra Rusia, entre ellas la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la interrupción de los contactos bilaterales por la tentativa de asesinato del 4 de marzo.
En su primera visita a la ciudad donde ocurrió el atentado, Salisbury, en el suroeste de Inglaterra, May insistió en la culpabilidad de Moscú. "Tenemos a Rusia por culpable de este acto despreciable y vergonzoso en las calles de una ciudad tan remarcable”.
Esta ciudad , hasta ahora apacible, vive momentos de nerviosismo por el potencial impacto en la salud de la sustancia usada.
Skripal y su hija estuvieron en un pub y un restaurante del centro antes de ser hallados inconscientes en un banco, y todavía no se ha determinado en qué lugar recibieron el veneno.
Rusia tenía hasta ahora 59 diplomáticos acreditados en Reino Unido. Los 23 expulsados, considerados por Londres como “agentes de inteligencia no declarados”, tienen una semana para irse. Se trata de la más importante ola de expulsión de diplomáticos rusos por Reino Unido desde el fin de la Guerra Fría.
Además, May suspendió los contactos bilaterales de alto nivel, incluyendo una visita prevista del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y toda representación diplomática británica en el Mundial de Fútbol Rusia 2018.
Los analistas consideran, sin embargo, estas sanciones como “moderadas”, principalmente porque no golpean donde más podría doler a los círculos de poder rusos, en sus numerosas inversiones en el Reino Unido.
“Hay una desconexión muy clara entre el anuncio de que Rusia es un Estado agresor contra Inglaterra, que ha cometido un acto muy grave -según Theresa May-, en territorio británico, y el nivel de la respuesta, particularmente débil”, manifestó Mathieu Boulègue, investigador de la organización de política internacional londinense Chatham House.
Para Jonathan Eyal, director adjunto del centro de análisis londinense RUSI, “la primera ministra se ha reservado munición para una confrontación futura”, y, al mismo tiempo ha enviado el mensaje de que Londres no quiere “una ruptura total de las relaciones diplomáticas”.