Estambul
El papa Francisco llegó ayer a Estambul, en cuya Mezquita Azul rezó en “adoración silenciosa” a Dios junto con líderes musulmanes, y luego invocó por otro lado la reunificación con los ortodoxos y otras iglesias cristianas.
Además, el pontífice argentino tuvo su primera oportunidad de recibir el entusiasmo popular por su visita a Turquía de parte de la muy reducida comunidad católica durante la misa celebrada que presidió en la Catedral del Espíritu Santo.
“Cuando somos nosotros quienes deseamos crear la diversidad, y nos encerramos en nuestros particularismos y exclusivismos, provocamos la división; y cuando queremos hacer la unidad según nuestros planes, terminamos implantando la uniformidad y la homogeneidad”, dijo el Papa.
Los actos religiosos dominaron la segunda jornada del Pontífice en Turquía, adonde llegó el viernes y en cuya capital, Ankara, desarrolló una agenda oficial sin celebraciones litúrgicas y caracterizada por la recepción que le hicieron las autoridades.
Símbolo de unión. El Papa arribó ayer por la mañana a Estambul, la antigua Constantinopla, e inmediatamente se trasladó a la Mezquita Azul, donde meditó con los ojos cerrados y las manos juntas, junto al gran muftí de Estambul Rahmi Yaran.
Esa mezquita fue el escenario elegido por el papa Bergoglio para protagonizar este acto que previamente había sido descrito como una meditación o recogimiento y que los medios de comunicación en seguida calificaron de “rezo” u “oración” .
La descripción por parte del Vaticano de lo que pasó en la mezquita con Su Santidad hizo recordar la situación similar que el anterior pontífice, Benedicto XVI, protagonizó hace ocho años .
El Papa argentino inclinó la cabeza y unió sus manos junto al mufti, en una actitud que recordaba a la de Benedicto XVI, que entonces causó polémica por unas declaraciones previas suyas que se interpretaron como un ataque a los musulmanes .
El gesto de ambas personalidades religiosas duró dos minutos y el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró que el comportamiento del Pontífice fue igual al de hace ocho años.
“Fue un bonito momento de diálogo interreligioso”, manifestó Lombardi.
La jornada terminó con la oración conjunta de Francisco con el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomé I, que rezaron en la Iglesia Patriarcal de San Jorge de Estambul una plegaria en la que desearon la unificación de sus respectivas iglesias y con los demás cristianos.
La visita del Pontífice al barrio de Sultanahmet de Estambul no movilizó una muchedumbre a su alrededor, al contrario de lo que ocurre en cada una de sus giras.
En su primer día en Turquía , el Pontífice deploró las “graves persecuciones” o “exacciones inhumanas” sufridas por los cristianos y denunció el terrorismo y el fundamentalismo.