París
El movimiento del presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, reveló este jueves una lista paritaria de más de 400 candidatos a las elecciones legislativas de junio, de los cuales más de la mitad no tienen experiencia política.
Macron, un centrista proeuropeo, de 39 años, ganó el pasado domingo las elecciones presidenciales con la promesa de "revolucionar" la política con rostros nuevos.
Su movimiento, La República en Marcha, creado hace apenas 13 meses, reveló una primera lista de 428 candidatos que se presentarán a los comicios parlamentarios a dos vueltas del 11 y 18 de junio.
"Queremos construir una mayoría de cambio y obtener una mayoría absoluta en las legislativas", declaró el secretario general del movimiento, Richard Ferrand, en una conferencia de prensa.
Macron había prometido rejuvenecer a la clase política, incorporando a candidatos provenientes de la sociedad civil, incluyendo empresarios, activistas y académicos.
"Hemos cumplido con la promesa de renovación", declaró Ferrand en la rueda de prensa. La edad promedio de los aspirantes es de 46 años, frente a la media actual en la Asamblea Nacional de 60 años.
La lista respeta también una paridad de género "real", con 214 candidatas mujeres y 214 candidatos hombres.
En cuanto al ex primer ministro socialista Manuel Valls, quien se postuló como candidato de la mayoría presidencial, el movimiento decidió no refrendarlo, pero no presentará a otro aspirante contra él en su circunscripción.
Valls no responde a los criterios de investidura ya que "ha desempeñado tres mandatos parlamentarios", pero "no refrendaremos a ningún candidato contra él", dijo el portavoz.
"No cerramos la puerta a un ex primer ministro que nos dice 'tengo ganas de unirme a ustedes y ser útil'", justificó Ferrand.
Manuel Valls "saludó" esta decisión y precisó en un comunicado que se presentaría como "hombre libre" en su circunscripción.
Emmanuel Macron, con apenas dos años de experiencia gubernamental, asumirá el domingo la presidencia de Francia tras haber ganado en las elecciones frente a la ultraderechista Marine Le Pen con 66,1% de los votos.
Para poder aplicar sus ambiciosas reformas sobre empleo y educación, este joven europeísta, que no cuenta con una maquinaria partidista ni experiencia electoral, necesita obtener una mayoría en las elecciones legislativas del próximo mes.
Varios de sus candidatos, entre los que figuran exmagistrados, una rejoneadora y un matemático, se enfrentarán a políticos experimentados con largas carreras.
El movimiento recibió más de 19.000 solicitudes enviadas en línea desde enero.
Ferrand indicó que cada candidato fue entrevistado y declaró no tener antecedentes penales.
"Nuestro movimiento ha hecho todo lo posible para asegurarse de que los aspirantes elegidos respetan nuestros valores", apuntó.
Prueba clave. La batalla de las legislativas será esencial para el quinquenio de Macron.
"Todo dependerá de las legislativas y de si Emmanuel Macron logra tener una mayoría coherente en la Asamblea Nacional, y esto no está absolutamente garantizado", comentó el politólogo Luc Rouban.
El proyecto del nuevo presidente electo podría tropezar con otros obstáculos, como las objecciones de su aliado centrista, el partido MoDem, dirigido por el veterano político François Bayrou.
La lista de La República en Marcha no cuenta con "la aprobación" de MoDem, advirtió Bayrou, quien explicó que ambas formaciones tenían un pacto que había que respetar, sin dar más detalles.
Macron, un exbanquero con escasa experiencia política, debe tomar otras decisiones difíciles esta semana.
La más importante de ellas es la elección de su primer ministro, que dirigirá el gobierno hasta por lo menos las elecciones legislativas.
Su elección enviará una señal fuerte sobre las intenciones de Macron, deseoso de ampliar su base.
El contundente triunfo de este joven que hace tres años era un desconocido ha provocado una onda de choque en los partidos tradicionales.
Siguiendo los pasos de Macron que se impuso fuera de los partidos tradicionales, el candidato presidencial socialista Benoît Hamon anunció la creación de un movimiento "transpartidario", para intentar "reconstruir la izquierda" tras su derrota en las presidenciales.