“Desde el beneficio de la retrospectiva fue una decisión errónea, y punto”, dijo McCraw en una conferencia de prensa. “Por lo que sabemos, creemos que se debería haber entrado lo antes posible”, añadió.
El alto funcionario dijo que el comandante en el lugar de los hechos creía que, en ese momento, el sospechoso, Salvador Ramos, de 18 años, estaba atrincherado solo en el aula y que no había supervivientes entre los alumnos.
"No estoy defendiendo nada, pero si nos remontamos a la línea de tiempo, hubo cientos de disparos en cuatro minutos en esas dos aulas", dijo McCraw.
"Los disparos posteriores fueron esporádicos y se produjeron en la puerta. Así que creyeron que ya no había nadie vivo y que el sujeto estaba intentando mantener a raya a las fuerzas del orden".
Sin embargo, McCraw dijo que una llamada al 9-1-1, recibida a las 12:16 m. d. —una de las varias realizadas desde el interior del aula— informaba de que había ocho o nueve niños todavía vivos. Las autoridades forzaron la puerta del aula 34 minutos después, a las 12:50 m. d.
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