Moscú.
Las medidas "antirrusas" harán subir los precios de la energía en Europa, advirtió Rusia en respuesta a las severas sanciones que le impusieron la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, por considerarla responsable de la crisis en Ucrania.
Estados Unidos y la UE anunciaron una serie de sanciones ayer, apuntando a los sectores rusos de las finanzas, la energía y el armamento.
"La política de la UE hoy (...) está dictada por Washington", declaró el ministerio de Exteriores ruso, asegurando que las "sanciones antirrusas" de la Unión son una prueba de su "incapacidad de desempeñar un papel autónomo en los asuntos mundiales".
Las sanciones de la UE contra Rusia, un importante proveedor de gas natural de la Unión, "harán de forma ineluctable subir los precios en el mercado de la energía en Europa", afirmó. "Poner obstáculos a la cooperación con Rusia en el ámbito energético" constituye una "medida irreflexiva e irresponsable", estimó.
Estas sanciones "afectarán la situación económica" de la UE tanto como la de Rusia, agregó, afirmando que Estados Unidos también se verá perjudicado por las sanciones que le impuso a Rusia.
"Las verdaderas pérdidas de una política tan destructiva y con tan poca visión de futuro serán bastante tangibles para Washington", declaró el ministerio.
Los países occidentales decidieron estas sanciones contra Rusia -el mayor productor de energía del continente europeo y un importante socio comercial- a pesar de que Moscú niega haber suministrado el misil que derribó el 17 de julio a un avión de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo.
Si bien las sanciones quieren atacar a sectores clave de la economía rusa y al círculo de oligarcas cercanos al presidente Vladimir Putin, los economistas advirtieron que la economía europea también sufrirá.
Las nuevas sanciones dificultarán el acceso de los bancos estatales rusos a los mercados financieros europeos, obligándolos a asumir costos mayores y pondrán trabas a una economía que ya está en dificultades.
El Banco Central ruso dijo que las instituciones financieras estaban trabajando normalmente, y que en caso de necesidad adoptará medidas para proteger a las instituciones afectadas, que incluyen al segundo banco más importante del país, el VTB.
Numerosos economistas reconocieron que las nuevas restricciones golpearon donde más duele y podrían incrementar las tensiones sociales de una economía rusa que se dirige hacia la recesión.
Algunos diplomáticos de la UE señalaron que las sanciones podrían convencer a Putin de que ya no tiene nada que perder si prosigue la escalada del conflicto.
Al anunciar las medidas, el presidente estadounidense Barack Obama negó que Occidente hubiera comenzado una "nueva Guerra Fría" contra su exenemigo soviético.
El mandatario norteamericano advirtió que las nuevas sanciones afectarán a una economía rusa que ya se tambalea, y dijo que Washington tenía pruebas de que la artillería rusa había disparado contra las fuerzas ucranianas.
Agregó que los aliados están más decididos ahora a actuar en forma conjunta, desde que fue derribado un avión de pasajeros de Malaysia Airlines sobre Ucrania.
Tanto Estados Unidos como Ucrania acusaron a los rebeldes apoyados por Moscú de hacer estallar en pleno vuelo a ese aparato, mientras el gobierno ruso acusaba a Kiev.
En Ucrania, los combates entre el ejército y los separatistas prorrusos en el este impidieron de nuevo el miércoles a los investigadores internacionales trasladarse al lugar en el que se estrelló el MH17.
Los restos de algunas de las 298 víctimas, que incluyen a cerca de 200 ciudadanos holandeses, permanecen en la zona casi dos semanas después de la catástrofe.