Moscú. El jefe de la diplomacia de Rusia, Serguéi Lavrov, insinuó el lunes que Londres podría estar detrás del envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y afirmó que este caso le beneficia por distraer la atención de los problemas en torno al brexit.
Londres había afirmado anteriormente que la responsabilidad de Moscú en este envenenamiento mediante un agente neurotóxico, que provocó una de las peores crisis diplomáticas de los últimos años entre Moscú y Occidente, es “la única explicación plausible”, pese a los reiterados desmentidos de Rusia.
En un momento en que decenas de diplomáticos rusos en el extranjero o enviados diplomáticos en Moscú dejaban sus puestos en el marco de una ola histórica de expulsiones, Lavrov mandó la pelota al tejado de Londres.
El envenenamiento de Skripal “pudo ser en interés del gobierno británico, que se hallaba en una situación incómoda dada su incapacidad para cumplir sus promesas a su electorado sobre las condiciones del brexit (salida del Reino Unido de la Unión Europea)”, dijo el canciller ruso en rueda de prensa en Moscú.
“También podía interesar a los servicios especiales británicos, que son conocidos por su capacidad de actuar con permiso para matar”, agregó.
Según Lavrov, Rusia no tenía ningún motivo, en la víspera de las elecciones presidenciales y a pocos meses del campeonato mundial de fútbol organizado en su territorio, para envenenar a un exagente doble que había sido condenado por traición y fue entregado a Reino Unido en el marco de un canje de presos en el 2010.
Según él, un “ataque sofisticado” contra Skripal como el que podría haber realizado un país como Rusia habría conllevado una “muerte inmediata”. Y sin embargo, el exespía, de 66 años, sobrevivió y está hospitalizado en estado crítico, pero estable.
Skripal fue envenenado junto a su hija Yulia el 4 de marzo en Salisbury, en el sur de Inglaterra, con un agente neurotóxico que, según las autoridades británicas, procede de un programa de armas químicas desarrollado en la época soviética.
El estado de Yulia Skripal, de 33 años, mejora “rápidamente”, según el hospital de Salisbury donde es tratada, y Londres afirmó el sábado estudiar la petición de Rusia para obtener un acceso consular a ella.
Golpe por golpe
En total, Reino Unido y sus aliados, principalmente países de la Unión Europea (UE) y la OTAN, anunciaron más de 150 expulsiones de diplomáticos rusos de sus territorios. Londres también anunció la congelación de las relaciones bilaterales.
Rusia respondió con medidas idénticas hacia un número equivalente de diplomáticos de esos Estados y convocó el viernes a los embajadores de 23 países para notificárselo.
Los últimos diplomáticos rusos que aún no habían abandonado los países en los que fueron declarados personas no gratas tenían de plazo hasta el final del lunes para hacerlo.
Sus partidas de las capitales occidentales se llevaban a cabo con gran discreción.Los cuatro diplomáticos rusos expulsados de Alemania llegaron a Moscú el lunes por la tarde, informó la Embajada de Rusia en Berlín.
“Cuando no se tienen pruebas, se vengan con los diplomáticos”, fustigó el lunes Lavrov y aseguró que Rusia seguirá aplicando el “principio de reciprocidad” en sus relaciones con Occidente.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso acusó además a Reino Unido, Estados Unidos y sus aliados de haber perdido “la decencia” y de “recurrir a mentiras y a la desinformación simple y llana” en este caso contra Moscú.
Rusia tiene “numerosas preguntas” sobre este asunto y si el Reino Unido “no responde, significará que se trata de una invención y más concretamente de una provocación flagrante”, afirmó Lavrov.
“Nuestros colegas británicos han perdido el sentido de la realidad”.