Moscú. AFP, EFE y redacción. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el martes la incorporación de 40 misiles intercontinentales a su arsenal nuclear, en respuesta a la decisión de Estados Unidos y la OTAN de aumentar su presencia militar en varios países de la órbita rusa.
“Si alguien amenaza nuestros territorios, deberemos apuntar nuestras Fuerzas Armadas, nuestros medios modernos de asalto hacia aquellos territorios de los que procede la amenaza”, manifestó Putin.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, consideró que el anuncio hecho por Putin “es injustificado, es desestabilizador y peligroso”.
El presidente expuso su razón para el rearme: “Es la OTAN la que se acerca a las fronteras rusas y no al revés”. Sin embargo, el mandatario precisó que, de momento, no ve razones de peso para tomar medidas tan drásticas.
“No quisiera exagerar, lo analizaremos todo, pero ahora mismo no veo nada que deba preocuparnos demasiado”, respondió el líder del Kremlin a una periodista finlandesa que expuso su preocupación por lo que parece ser el inicio de una nueva carrera armamentista y “la demostración de fuerza militar en el Báltico”.
El escudo. Putin agregó que lo que realmente preocupa a Moscú “es el despliegue del escudo antimisiles” estadounidense en algunos países de Europa del Este. “Eso sí es un asunto serio de alcance estratégico”, comentó.
Los 40 misiles que reforzarán el arsenal ruso son “de última generación, capaces de superar cualquier sistema de defensa antimisiles, incluso los más modernos”, afirmó el líder del Kremlin.
La declaración llegó después de saberse que Estados Unidos planea reforzar su despliegue militar en el este de Europa.
Estados Unidos tiene planes de instalar armas pesadas en los países bálticos y en Europa oriental para contrarrestar una eventual agresión rusa, afirmó el sábado The New York Times.
Si la propuesta del Pentágono es aceptada por el Ejecutivo estadounidense, Washington transferiría por primera vez armas pesadas hacia los países que se incorporaron recientemente a la OTAN, otrora bajo la influencia de la Unión Soviética.
Estonia, Letonia y Lituania, exrepúblicas soviéticas, pidieron a la OTAN la presencia permanente de fuerzas de tierra en sus territorios para disuadir a Rusia de cualquier acción militar.
Ese temor a Moscú obedece a la anexión rusa de Crimea y el supuesto apoyo a los separatistas del este del país. La crisis de Ucrania ha elevado las tensiones entre Rusia y Occidente a un punto desconocido desde la Guerra Fría.
Moscú advirtió a Washington de que la instalación de armas estadounidenses cerca de las fronteras rusas fomentaría una inestabilidad peligrosa en Europa.
Preocupación. El secretario de Estado, John Kerry, expresó su preocupación por el anuncio. “Tenemos un acuerdo (en referencia al tratado de reducción de armas nucleares START ). Estamos tratando de movernos en dirección opuesta (a la de Rusia)”.
El Kremlin puso en marcha en el 2011 un enorme programa de rearme con presupuesto de $700.000 millones para adquirir submarinos nucleares, aviación estratégica y misiles.