París. AFP, EFE y Redacción. El estilo desenfadado, satírico e irreverente del semanario francés Charlie Hebdo , del cual tampoco escapó el profeta Mahoma, causó frecuente indignación entre los musulmanes y los yihadistas que lo tenían en la mira para una venganza, que concretaron ayer con un atentado que [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150107_0004]]mató a 12 personas[[END:INLINEREF]] e hirió a 11.
Por lo menos dos hombres, gritando “Alá es el más grande”, entraron a la sede de ese medio, disparando mientras el equipo de redacción se hallaba en una reunión diaria de planificación.
Al salir, volvieron a gritar: “¡Eh! ¡Vengamos al profeta Mahoma! Matamos a Charlie Hebdo ”, se escuchó en un video donde se ve a los asesinos.
El atentado, que diezmó la planilla periodística del semanario, es el más cruento cometido en Francia en décadas.
La Policía identificó anoche a tres sospechosos –dos de ellos hermanos activos en las filas islamistas– y emitió una orden de captura nacional.
Cherif y Said Kuachi, nacidos en París, tienen 34 y 32 años. Uno fue condenado en el 2008 por participar en una red para enviar combatientes a Irak. El tercero, de 18 años, se entregó en Charleville-Mézières, noreste del país, “después de ver que su nombre circulaba en las redes sociales”.
A este último se lo tiene como cómplice de haber ayudado en el ataque, que tuvo lugar a las 11:30 a. m. (4:30 a. m. en Costa Rica).
Ocho miembros de la redacción, entre ellos cuatro caricaturistas muy conocidos en Francia y dos policías (uno de ellos fue rematado por los atacantes) figuraban en el trágico saldo.
El atentado provocó repulsión en todo el mundo , incluidos Gobiernos y autoridades religiosas de los países musulmanes.
Amenazas constantes. El ataque hizo pensar rápidamente en una venganza por los yihadistas, dado que Charlie Hebdo desató la furia y las condenas en el mundo musulmán después de la publicación, en el 2006, de caricaturas del profeta Mahoma .
“Había amenazas permanentes desde la publicación de las caricaturas de Mahoma”, aseveró el abogado del medio, Richard Malka. “Estábamos protegidos, pero no hay nada que se pueda hacer contra unos bárbaros que irrumpen con kaláshnikov (rifles de asalto)”, manifestó.
La última edición de la revista, que salió ayer, incluye en la portada una caricatura del escritor Michel Houellebecq, autor de la polémica novela Sumisión y que imagina una Francia islámica.
Tras difundir en el 2011 un número que se burlaba de la charia (ley islámica), Charlie Hebdo fue blanco de un atentado a su sede con cocteles molotov.
Incluso, luego de este hecho, publicó una caricatura en la cual un musulmán besa a un dibujante de la revista con una leyenda que decía: “El amor es más fuerte que el odio”.
No obstante, el medio se mantuvo fiel a su línea y aseguraba no ser enemigo del islam. “Hay provocación como lo hacemos semana tras semana, pero no más contra el islam que con otros temas”, comentó en el 2012 Charb, director, quien falleció ayer.
“Mahoma no es sagrado para mí. No culpo a los musulmanes por no reírse de nuestras caricaturas. Vivo bajo las leyes de Francia, no bajo la ley coránica”.
Y es que, en efecto, la irreverencia del semanario –fundado en 1970– no conoce límites: lo mismo se ha burlado de papas como de presidentes y de todo cuanto le parezca intolerancia.
Ha publicado portadas satíricas sobre el papa Benedicto XVI en un abrazo amoroso con un miembro de la Guardia Suiza del Vaticano; al expresidente francés Nicolás Sarkozy como un vampiro y a un judío ortodoxo besando a un soldado nazi.
Charlie Hebdo tiene inclinación izquierdista y se enorgullece de sus fuertes comentarios sobre asuntos internacionales en caricaturas y textos satíricos.
La revista nunca ha vendido grandes cantidades de ejemplares. Inclusive, entre 1981 y 1992 dejó de publicarse por carencia de recursos económicos.