Artemivsk y Kiev. AFP y EFE. La estratégica ciudad de Debáltsevo c ayó ayer en manos de los rebeldes separatistas prorrusos , que infligieron, de esta manera, un duro revés al Gobierno de Ucrania, al tiempo que añadieron otra ganancia territorial.
Después de tres días de asedio continuo a esa posición que tenían cercada desde antes del inicio del alto el fuego, el domingo, los insurgentes consiguieron forzar la retirada de las tropas gubernamentales.
Ante esta realidad, el Gobierno de Kiev anunció el miércoles que solicitará el envío de un contingente internacional para mantener la paz en el este de la antigua república soviética.
La toma de Debáltsevo es, para la Unión Europea (UE), una “clara violación del alto el fuego” acordado la semana pasada en Minsk, Bielorrusia, por Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Estados Unidos, por su lado, consideró ayer que ese acuerdo no está “muerto” y el secretario de Estado, John Kerry, llamó por teléfono a su par ruso, Serguéi Lavrov, para instarlo a detener los ataques y respetar la frágil cesación de hostilidades.
Consolidada esta, lo cual hasta ahora no ha sido posible, los beligerantes debían iniciar el retiro de armas pesadas a partir del lunes y concluirlo en dos semanas, mas aún no ha empezado.
Según los acuerdos de Minsk , vienen otros compromisos como liberación de prisioneros y una reforma constitucional para dar mayor autonomía a las zonas rebeldes, lo que debe ser realidad a fines del 2015.
Triunfo de separatistas. Lo que sí es realidad es el triunfo que se apuntaron las fuerzas secesionistas prorrusas al obligar a las fuerzas militares ucranianas a retirarse de Debáltsevo.
No es una conquista más: al ganar el control de esta ciudad, que une por ferrocarril los bastiones separatistas de Lugansk y Donetsk, los rebeldes logran también afianzar su dominio estratégico del este del país y refuerzan las ganancias territoriales logradas en el verano.
Así, los separatistas disponen de una zona relativamente homogénea, pero está por verse si tratarán de seguir avanzando hacia el oeste o hacia el sur.
Frente a la posibilidad de mayores avances, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, apeló al apoyo internacional y anunció que su país pedirá una misión policial de la Unión Europea en la región oriental de su país.
“Creemos que es el mejor formato. Estamos seguros de que sería la mejor garantía, la más efectiva, para la seguridad”, afirmó.
El balance de muertos tras la victoria separatista es, cuanto menos, contradictorio. Según Poroshenko, el dato “preliminar” es de 30 heridos en la evacuación de un total de 2.000 soldados, pero medios de prensa ucranianos hablaron de poco más de una cuarentena.
El Ejército informó de al menos cinco soldados muertos en las últimas 24 horas.
Poroshenko, al anunciar el repliegue de las tropas, aseveró que “las unidades salieron de manera ordenada, con todo su armamento, con carros de combate, blindados, piezas de artillería y vehículos de transporte”.
Los combates por el control de Debáltsevo se intensificaron hace un mes y se incrementaron desde que el día 12 de febrero se firmaron los acuerdos de Minsk-
Rusia justificó la ofensiva prorrusa contra Debáltsevo, al aducir que el alto el fuego no afectaba ese estratégico nudo de comunicaciones.
El canciller Serguéi Lavrov insistió en que las milicias insurgentes tenían sitiadas a las fuerzas gubernamentales y lamentó los intentos de los militares de Kiev de romper el cerco.
El presidente ruso, Vladímir Putin, había instado anteayer a Kiev a ordenar la retirada de sus tropas de Debáltsevo.