Londres
La primera ministra Theresa May anunció este viernes que formará un nuevo gobierno para llevar a cabo el brexit, pese a haber dilapidado la mayoría absoluta conservadora en unas elecciones tras las cuales se multiplicaron los llamamientos a su dimisión.
"Acabo de ver a su majestad la reina y ahora formaré gobierno, un gobierno que pueda proporcionar certezas y conducir a Reino Unido hacia adelante en este momento crítico para nuestro país", dijo al término de un breve encuentro con Isabel II, a quien pidió oficialmente la autorización para formar un nuevo ejecutivo.
"Este gobierno guiará a nuestro país en las negociaciones cruciales sobre el brexit que empezarán en diez días y responderá al deseo de los británicos de llevar a cabo con éxito la salida de la Unión Europea", afirmó la primera ministra.
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En su breve declaración ante los periodistas, la primera ministra explicó que para ello contará con el apoyo de los unionistas norirlandeses del Partido Democrático Unionista (DUP).
El DUP obtuvo diez escaños. Sumados a los 318 de los conservadores, sumarían 328, es decir más de la mitad de la Cámara.
Horas después, May anunció que sus ministros clave, incluidos el de Finanzas, Philip Hammond, el de Exteriores, Boris Johnson, y el del brexit, David Davis, conservarán su cargo en el nuevo ejecutivo.
Golpe bajo
Con 318 escaños, el Partido Conservador llega primero en estos comicios, pero pierde 12 bancas, mientras que la oposición laborista alcanzó 262 diputados, 30 más que en el 2015, según los resultados definitivos publicados este viernes tras anunciarse la derrota de los conservadores en su bastión londinense de Kensington, un último revés para May.
Luego de las negociaciones pertinentes, May se someterá a una moción de confianza en el Parlamento.
De no superarla, posiblemente la primera ministra presentará su dimisión y la reina invitará al líder del primer partido de oposición, el laborista Jeremy Corbyn, a formar ejecutivo.
Los laboristas, que obtuvieron 262 diputados, podrían lograr el apoyo de los Liberal Demócratas y los nacionalistas escoceses.
El cataclismo conservador prolonga el año turbulento de la política británica desde que el país votó inesperadamente a favor de la salida de la Unión Europea en junio del 2016.
Sin embargo, sobre todo, se trata de un fracaso personal de May, que disponía de una mayoría de 17 escaños en el parlamento y convocó las elecciones anticipadas pidiendo una mayoría más amplia para negociar el brexit en posición de fuerza.
Tras conocerse el resultado, Corbyn exigió la renuncia de May : "Perdió escaños conservadores, perdió votos, perdió respaldo y confianza. Yo diría que es suficiente para marcharse".
May dijo que solo los conservadores son capaces de garantizar la estabilidad que necesita el Reino Unido.
Corbyn salió reforzado mejorando resultados de su predecesor Ed Miliband en el 2015.
Otro gran derrotado es el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que perdió 21 diputados de los 56 que tenía y ve considerablemente debilitada su aspiración a un segundo referendo de independencia.