París EFE Tres días de frenesí terrorista y psicosis colectiva en Francia, que comenzaron el miércoles con la masacre perpetrada en el semanario Charlie Hebdo , terminaron ayer con un doble asalto de las fuerzas de seguridad sobre los yihadistas y un nuevo baño de sangre.
Los peores hechos de terrorismo ocurridos en décadas en Francia dejaron en total 19 muertos, incluidos tres de los cuatro agresores.
Con apenas unos minutos de diferencia, la pesadilla terminó de forma abrupta, con la muerte de cuatro rehenes y de tres terroristas.
Los hermanos Said y Cherif Kouachi fueron ultimados sobre las 5.00 p. m. hora local en Dammartin-en-Goele, al noreste de París, tras atrincherarse en una imprenta cuando la Policía y la Gendarmería ya les pisaban los talones.
Un hombre que se encontraba dentro del mismo edificio (aunque existen dudas sobre si los Kouachi estaban siquiera al corriente de su presencia) consiguió salir ileso.
Casi en paralelo, las fuerzas especiales de la Policía lanzaban un asalto entre explosiones de granadas y disparos de fusiles Kalashnikov sobre el supermercado judío Hyper Cacher, en el este de París, donde el francés Amedy Coulibaly retenía desde hacía cuatro horas a una decena de rehenes.
Coulibaly murió en la operación. Había asesinado a cuatro rehenes, según lo declaró una hora antes de morir a una estación de televisión local. Cuatro policías resultaron heridos.
Continuaba sin conocerse la suerte de una cuarta sospechosa, esposa de Coulibaly.
Conexión al-Qaeda. El yihadista ya había asesinado el jueves a una policía municipal en el sur de la capital francesa, en una acción coordinada con los hermanos Kouachi, quienes habían perpetrado la masacre del Charlie Hebdo , en la que murieron doce personas.
En una conversación telefónica con el canal de televisión BFMTV durante el secuestro, Coulibaly aseguró actuar a las órdenes del grupo radical Estado Islámico y haberse coordinado con Cherif Kouachi, quien, a su vez, en declaraciones a la misma televisión, dijo haber sido enviado y financiado por al-Qaeda en Yemen para cometer la acción.
La facción de al-Qaeda en Yemen dijo haber ordenado el ataque contra el semanario satírico para vengar el honor del profeta Mahoma, del que la publicación hace bromas con frecuencia.
Coulibaly fue condenado en diciembre de 2013 a cinco años de prisión por intentar ayudar a escapar al antiguo miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino Smaïn Aït-Belkacem, que cometió un atentado en la estación de tren del Museo de Orsay en París en 1995.
El pequeño de los Kouachi, Cherif, también fue detenido y finalmente liberado sin cargos en ese mismo caso, lo que pone en evidencia el conocimiento previo entre ambos terroristas.
Pánico en París. Después de 48 horas de espanto por la masacre del Charlie Hebdo , París se sumió ayer en el pánico y en un estado cercano al marasmo, con sus principales vías cortadas por la operación policial y falsas alarmas que sumieron lugares, como la plaza Trocadero, en el caos.
Terminada la pesadilla, que a buen seguro dejará heridas difíciles de cicatrizar en la sociedad francesa, el presidente, François Hollande, se dirigió a la nación para pedir que esta sea “ implacable con el racismo y con el antisemitismo”.
La toma de rehenes en el supermercado judío es un “acto antisemita espantoso”, denunció, y aseguró que los yihadistas “no tienen nada que ver con la religión musulmana”.
Hollande, quien dio la orden del doble asalto antiterrorista, también llamó a todos los ciudadanos a participar en la masiva manifestación de repulsa convocada para el domingo.
Invitados por el presidente francés, gran parte de los jefes de Gobierno de la Unión Europea han confirmado que tomarán parte en la marcha.