Bruselas
Los ministros de Exteriores y de Defensa de la Unión Europea aprobaron una operación naval sin precedentes para combatir a los traficantes de seres humanos en el Mediterráneo y poner fin a los dramáticos naufragios.
En apenas un año y medio al menos 5.000 personas murieron al intentar cruzar el Mediterráneo para alcanzar Europa desde el norte de África. La presión alcanzó un nivel crítico con el último naufragio, en abril, que dejó unos 800 muertos frente a las costas de Libia.
"La decisión de crear una operación naval de la UE para afectar el negocio de los traficantes en el Mediterráneo acaba de adoptarse", indicó en conferencia de prensa la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
"Espero que todo esté listo para junio", agregó Mogherini al término de la reunión precisando que comenzaron los trabajos para dotar a la misión de medios operacionales.
Esta operación militar "debe hacer que sea imposible, para las organizaciones criminales, volver a utilizar los instrumentos que utilizan para hacer morir a la gente en el mar", insistió Mogherini.
Según las conclusiones adoptadas por los ministros, el plan incluye cuatro fases. En primer lugar detectar y vigilar las rutas utilizadas por los migrantes, en segundo lugar llevar a cabo operaciones de búsqueda, rescate y captura en alta mar de los "buques sospechosos de ser utilizados para el tráfico de seres humanos".
El tercer punto contempla, al amparo de una resolución del Consejo de Seguridad o con el acuerdo del gobierno costero, el "abordaje, búsqueda y captura (...) en alta mar o en las aguas territoriales de ese Estado" de los buques "sospechosos".
Finalmente la última fase, también al amparo de una resolución o el "consentimiento del Estado costero (...) tomar todas las medidas contra un buque o todo los bienes relacionados" incautándolos o dejándolos inutilizables.
Mogherini insistió en la necesidad de que la operación obtenga el aval del Consejo de Seguridad para que pueda operar al amparo del capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas que autoriza "por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales".
El voto en el Consejo de Seguridad podría celebrarse a finales de esta semana.
Esta operación sin precedentes necesitará el despliegue de buques militares y aviones de vigilancia, tanto para el rescate de los migrantes en dificultades como para la eventual destrucción de los activos utilizados por las mafias.
Además del aval del Consejo de Seguridad, la UE busca que Libia apruebe una intervención para acabar con el tráfico, a pesar del caos en que se encuentra el país desde que fue derrocado Muamar Gadafi en 2011 con el apoyo de Francia y Gran Bretaña.
Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y España prometieron desplegar buques para la misión conjunta de la UE, acusada de pasividad e indiferencia ante los dramas de la inmigración.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos criticaron no obstante esta operación señalando que no resolvería los problema complejos que plantean las redes de traficantes y la gran cantidad de personas que huyen de la pobreza, la miseria y las guerras.