Moscú. DPA. El único terrorista que sobrevivió a la masacre terrorista del 2004 en una escuela de Beslan, en la república rusa de Osetia del Norte, fue declarado culpable en todos los puntos de la acusación.
Se trata del único terrorista que quedó con vida tras la operación de las fuerzas de seguridad rusas, cuando estas pusieron fin a la toma de rehenes que dejó 331 muertos a principios de setiembre del 2004.
Nurpashi Kulayev fue declarado culpable, entre otros cargos, de asesinato, secuestro y terrorismo, informaron ayer los jueces del tribunal de la ciudad de Vladikavkaz.
Se prevé que el próximo fin de semana se dé a conocer la pena. La fiscalía pidió la pena capital para el terrorista. Sin embargo, ese tipo de castigo no se ejecuta en Rusia desde el ingreso del país al Consejo de Europa, en 1996.
Falta investigar. Parte de los familiares de las víctimas considera el proceso contra Kulayev como un intento del Gobierno por desviar la atención del fracaso de las fuerzas de seguridad al asaltar la escuela, tras 52 horas de secuestro.
"Kulayev no debe ser condenado a muerte bajo ningún concepto. Tiene que decir la verdad que no hemos oído hasta el día de hoy", declaró Ella Kessayeva, de la organización Voz de Beslán.
Algunos de los familiares de los fallecidos acusan al Gobierno, con el presidente Vladimir Putin al frente, de no haber hecho suficiente por salvar a los niños y a los otros rehenes. "La muerte de los terroristas fue más importante para las autoridades, lo que también debe quedar oculto en el proceso contra Kulayev", indica la acusación.
Pese a ello, la mayoría de familiares de los rehenes está a favor de un castigo duro.
Largo veredicto. Tras casi tres horas de lectura del veredicto, la sesión fue aplazada.
Kulayev, quien según distintos datos tiene entre 23 y 25 años, se declaró inocente hasta el final del juicio y aseguró que durante el secuestro no empuñó ningún arma ni mató a ninguna persona.
Según datos oficiales, el 1.° de setiembre del 2004, una treintena de terroristas, entre ellos Kulayev, tomaron por asalto la escuela de Beslán y se atrincheraron allí con 1.127 rehenes, en su mayoría mujeres y escolares.
Dos días después, una explosión en el interior de la escuela, accidental según la versión oficial rusa, desencadenó una confusa operación de rescate en la que murieron 331 rehenes: 186 niños, tres socorristas y 10 agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).
Durante esa operación fueron aniquilados 31 de los 32 terroristas y resultaron heridos 728 rehenes y otras 55 personas entre policías, agentes del FSB y funcionarios de otro cuerpos de seguridad.
La fiscalía anunció ayer, tras protestas masivas de los familiares, que las investigaciones en torno a la toma de rehenes de Beslán se prolongarán hasta julio. Hasta ahora no existe un informe concluyente de una comisión de investigación parlamentaria.