Hijos de una nación independiente hace casi 200 años, estos ticos votan también como ciudadanos de Estados Unidos. Lo han hecho así por décadas. Sin embargo, este año sufragan envueltos en una neblina de miedo y frustración; enojados.
Se levantan a diario dentro de un mal sueño del cual confían en despertarse marcando una equis sobre un papel. La elección es este martes, pero todos ya votaron por adelantado.
Coinciden en que hace cuatro años el hedor del racismo y del odio en distintas formas se instaló sin darles tregua. En el proceso, ahora perciben el país lastimado y en abandono.
Podrá llamarse “Estados Unidos”, pero estos ticos describen lo opuesto: una tierra donde parece que la mitad de su gente quiere matar a la otra mitad.
Tan a flor de piel están las emociones que la gran mayoría se adiestró en el arte de callar para evitarse fricciones entre familiares y compañeros de trabajo.
Por teléfono, todos se escuchan como cualquier tico en Costa Rica (parlanchines, arrastran consonantes y esperanzados pese a todo), pero llenos de indignación y temor.
Sus relatos tejen un discreto S.O.S de cómo es votar allí y por qué perciben la elección como la última oportunidad para despertar hacia una convivencia menos polarizada.
Estos son ellos en sus propias palabras.
‘Nunca he vivido tanta expresión de odio’
Denia Camacho Villegas es originaria de Naranjo, Alajuela, y vive en Los Ángeles, California, con su esposo, Orlando Rocha, hace 48 años. Los esposos ya votaron, lo mismo que su hijas Karina y Alexa.
“Todos en la casa hemos votado. A diferencia de otros años, y debido a la covid-19, este año el voto lo hicimos por correo
“Vivo en un estado predominantemente demócrata, California, y en una ciudad cuya cultura es bastante liberal, el condado de Los Ángeles.
“Si en algún momento creí que mi voto era simplemente una marca en una casilla, hoy en día significa para mí y muchas personas más un grito de auxilio (y no exagero).
“Este presidente (Donald Trump), lejos de ser un líder, no ha hecho más que crear una grotesca división del país. Nunca he vivido tanta expresión de odio en una comunidad como lo hemos visto en los últimos años, meses y días.
“Aunque quizás Joe Biden no sea mi candidato predilecto, no tenemos opción; él es el menor de dos males. Esperamos que Kamala Harris sea una líder de verdad, porque Biden la necesitara.
“El cierre de campaña, sinceramente, ha sido triste: en un lado tenemos a Trump burlándose, con falta de sensibilidad por la covid-19 y al otro lado, Biden tratando de crear confianza en un país abandonado, pero con la esperanza de reunificar algo totalmente dividido.
“Fuimos testigos de un circo muy caro con esta campaña; se estima que el costo será el mas caro en la historia: $14.000 millones Sin embargo, si este el precio que tendremos que pagar por deshacernos de Trump, será la mejor inversión”.
‘Me da mucha rabia ver cómo nos tratan’
Larissa Isabel Araya es originaria de San José y vive en San Juan, Texas, con su hija de 20 años y su hijo de 23. Reside allí desde hace 32 años.
“Voté porque estos últimos cuatro años ha habido mucho racismo, lo vemos a diario. Dejé de ver noticias porque, con la mano en el corazón, me da mucha rabia ver cómo nos tratan.
“Dicen que los hispanos somos minoría cuando somos mayoría y hacemos muchos de los trabajos que los nacidos aquí no quieren hacer; nos miran como si viniéramos a robar y no es cierto.
"Se ha vivido mucha división entre familias. Texas es mayormente republicano, pero ahí vienen las diferentes opiniones de muchos ahora. Con todo lo que ha pasado, mucha gente que votó por Trump se arrepintió.
“Con la pandemia, Trump lo ha hecho con mucha negligencia porque solo le ha importado lo económico, no importa si la gente se contagia o muere. El presidente con los gobernadores de distintos estados no hicieron cuarentena, aquí el país ha seguido igual y la gente sigue en las calles.
“Hay mucha diferencia de opiniones, no solo es el hecho del racismo, ha habido mucha división en general.
“Hace cuatro años, desde el principio nunca me pareció ni Trump, ni Hillary Clinton Clinton y no voté porque me atrasé para llegar. Esta vez, en cambio, ya lo hice por necesidad de cambio.
“Voté por mis hijos, ellos no han votado aún en sus vidas pero esta vez emitirán su primer sufragio porque ven la afectación y porque están hartos”.
‘Es como un dictador’
Norman White nació en San José y vive en Chicago hace 23 años. Trabaja para una organización que es parte de la alcaldía de Chicago llamada Comisión de Relaciones Humanas.
“Aquí se está votando por la democracia. Desde que entró Trump, la democracia que todos creíamos compartir en realidad terminó siendo problemática, ha reducido la democracia y quien no está de acuerdo con él, es atacado. Es como un dictador.
“Este país está dividido de una manera que nunca he sentido antes; unos contra otros. No se puede opinar distinto sin ser atacado. Este presidente miente y él ha sacado gente de instituciones para poner a sus colaboradores, pero ya las personas están cansadas en el país.
“Ha dicho cosas terribles en contra de los inmigrantes y musulmanes, la comunidad latina entró en pánico. Cuando este hombre llegó, y como parte de mi trabajo, participé en talleres y el temor era la deportación.
“El presidente le ha dado voz al racismo. Fui a Michigan y lo vi. Racismo sí existe en este país y a través de los años ha sido sistemático, pero con Trump se han salido a la luz. Yo soy descendiente de Álex Curling Delisser, era mi abuelo y estas luchas siempre las viví en Costa Rica: la lucha por igualdad.
“En abril, estaba con mi hijo en un parque jugando con una bola de fútbol. Ese día salimos a tomar aire a distancia de otras personas. Éramos los únicos negros en el parque.
“En eso veo a un señor que andaba paseando a su perro y empezó a gritarnos. Que cómo íbamos a estar en el parque, que íbamos a contagiar a la gente. Traté de razonar con él, pero qué va. El tipo se fue gritando, mi hijo asustado y mi hijo pidiendo que nos fuéramos. No lo hicimos, no estábamos haciendo nada malo
“Unos 15 minutos luego, llegó un vehículo de policía de donde se bajó el oficial que vino a nosotros. Le expliqué todo y ví que el policía era un buen hombre, él se disculpó con nosotros por tener que venir.
“Yo le dije a mi hijo que era bueno que él viera eso, que viera cómo éramos los únicos negros en el parque y que fuimos atacados. Gracias a Dios que ese hombre era un buen policía porque racismo hay entre los policías.
“Por eso queremos un cambio, basta ya de estas cosas; es hora de empezar a hablar de otros problemas que hay en este país”.
‘Tenemos de presidente a un tipo sin valores, narcisista, racista, homofóbico y mujeriego’
Bianchi Suárez Valverde, residente hace 17 años en Virginia, es oriunda de Pérez Zeledón. Casada y con varios hijos, labora como trabajadora social en una agencia de adopción.
"En las elecciones de Barack Obama, la gente en este país estaba muy cansada de George W. Bush. Pero los candidatos entonces eran John McCain y Obama, dos personas con espuela, carrera política y perspectiva.
“Ambos muy inteligentes, con contrastes, pero con una buena base moral. Hombres educados y con valores, caballeros.
“Hace cuatro años, las pasiones eran fuertes porque había que ganar la elección ya que no podía ganar Trump que, les aclaro, se veía inconcebible. Uno ya se imagina el desastre total que ahora vivimos.
"Y todos llegamos confiados de que Hillary Clinton iba a ganar, que iba a ser la primera mujer presidenta y todos con el corazón inflado de orgullo de tener una mujer en la Casa Blanca.
“Pues bien, uno no puede confiarse. Los demócratas descubrieron que no podían confiarse y ahora tenemos de presidente a un tipo sin valores, narcisista, racista, homofóbico, mujeriego. ¡Qué clase de ejemplo es para nuestros hijos! Alguien que ha llamado a los inmigrantes hispanos violadores y asesinos.
“Este año el voto tempranero es todo un fenómeno, llevo 17 años y no es mi primera votación, pero creo que el coronavirus juega un papel clave porque la gente no quiere tumultos y además está la urgencia de un cambio.
“Yo voté el sábado pasado y el ambiente es de mucha tensión en general. Cuando fui a votar, sentía las manos frías y un vacío en el estómago porque ya nos dimos cuenta que tiene chance de ganar.
“Hace cuatro años jamás creíamos que Trump podía ganar y ahora sabemos que tiene una base que siempre lo sigue. Sin importar lo que diga o haga, y eso nos asusta a todos.
“Este país está siendo destruido, la visión de los países extranjeros hoy de los Estados Unidos es una vergüenza.