Japón reaccionó ayer calificando de “extremadamente lamentable” una orgía que implicó a turistas japoneses hace unos 15 días en China, un caso que indignó a Pekín.
“Si es verdad, antes de toda consideración legal, hay un problema más fundamental: el que haya gente que se da el trabajo de ir al extranjero para atentar contra la dignidad de la mujer es extremadamente lamentable”, declaró la ministra japonesa de Exteriores, Yoriko Kawaguchi.
Se trata de la primera reacción de Japón a este asunto que estalló el fin de semana en la prensa china.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores precisó que el caso era “sujeto de investigación”, pero sin dar otras precisiones.
Los medios chinos dieron cuenta el domingo de que la fiesta reunió durante tres días a cientos de japoneses y otras tantas prostitutas chinas en un hotel de lujo ubicado en el sur de China.
Hecho agravante, dijeron, la orgía terminó el día del aniversario de la invasión de China por parte de Japón, en 1931.
El gerente de una empresa de construcción de Osaka, Japón, reconoció que la compañía envió a 288 de sus empleados al hotel chino, pero negó categóricamente haber organizado el viaje con fines de turismo sexual.