Tegucigalpa. La depresión tropical Sara se disipó este lunes a eso de las 2:32 a. m. según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) en su último reporte, luego de que atravesara México y azotara como tormenta varios países de Centroamérica, donde dejó un fallecido y más de 100.000 afectados, principalmente en Honduras, Belice y Guatemala.
Sara entró a México por el estado de Quintana Roo. A pesar de que perdió fuerza, el organismo advirtió que el riesgo de inundaciones catastróficas continuará en la región.
El NHC detalló que la depresión provocará inundaciones y deslizamientos de tierra significativos que amenazan vidas a medida que avanza tierra adentro.
En Honduras, el último informe de las autoridades señaló que el paso de Sara dejó un fallecido, 110.889 personas afectadas, 2.534 viviendas dañadas y 1.707 comunidades incomunicadas. El aumento de los cauces destruyó 20 acueductos, nueve puentes y 233 calles.
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Los rescatistas trabajaban intensamente desde la mañana del domingo para llegar a las zonas anegadas en el norte del país, donde seis departamentos siguen en alerta roja.
En Tegucigalpa, el nivel de los ríos monitoreados comenzó a descender. Sin embargo, las autoridades mantienen vigilancia constante en el sur del país. Los servicios de emergencia han tenido que emplear botes y lanchas para llegar a ciertas comunidades. Además, se utilizó tecnología como drones para entregar alimentos y medicamentos en lugares de difícil acceso.
Sara se convirtió en depresión tropical
Tras causar daños en Honduras, Sara cruzó a Belice entre la madrugada y la mañana del domingo. La tormenta perdió intensidad tras tocar tierra y se debilitó a depresión tropical.
Las autoridades beliceñas no reportaron fallecidos, pero las fuertes lluvias causaron inundaciones graves en el río Macal y deslizamientos en laderas de la Cordillera Maya, en el centro del país. A pesar de que la tormenta ya pasó, el principal aeropuerto sigue cerrado hasta este lunes debido a las lluvias copiosas que aún afectan la región.
En Guatemala, Sara llegó debilitada, pero las lluvias intensas en los departamentos de Petén, Izabal y Alta Verapaz provocaron inundaciones y el aumento del caudal en varios ríos, afectando a al menos 11.102 personas. Además, se reportaron daños en cuatro puentes y ocho carreteras.
El último informe de las autoridades guatemaltecas indicó que, aunque la intensidad de la tormenta disminuyó, se prevé que continúen las lluvias intermitentes y la nubosidad en varias regiones. También advirtieron sobre posibles inundaciones y deslizamientos de tierra en las siguientes 24 horas.
En Costa Rica, Sara dejó un saldo de al menos cuatro personas fallecidas y cuatro desaparecidas. Cerca de 3.000 personas fueron trasladadas a albergues tras sufrir afectaciones por deslizamientos y el desbordamiento de ríos que dañaron cientos de viviendas, carreteras y puentes. Las autoridades declararon estado de emergencia y mantienen alerta roja en la costa del Pacífico.
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En Panamá, la situación fue similar. En la zona oeste, cercana a Costa Rica, se reportaron 11 fallecidos. Además, tres provincias permanecen bajo alerta roja.
En Nicaragua, el paso de Sara dejó una persona desaparecida, más de 2.000 evacuadas y 18 cauces desbordados.
El Salvador fue el país menos afectado por la tormenta. Sin embargo, algunas zonas registraron inundaciones en terrenos agrícolas debido al aumento en los caudales de los ríos.
La memoria de Centroamérica aún guarda el impacto del huracán Mitch en 1998. Ese fenómeno dejó alrededor de 9.000 muertos y millonarias pérdidas económicas, principalmente en Honduras.