Tres tornados que castigaron las poblaciones de Pedroso y Cruces, en el centro-este cubano el fin semana, dejaron un saldo final de cinco muertos, 30 heridos y casi 550 casas dañadas, informaron ayer los medios de prensa locales.
Asimismo, los vientos causaron graves pérdidas en las cosechas de la región central de la isla, donde las autoridades trataban ayer de restablecer los servicios de agua, electricidad y teléfonos.
En Cruces, de la central provincia de Cienfuegos, murieron dos personas, 14 fueron heridas (una de ellas grave) y 346 familias sufrieron daños en sus viviendas, 56 de las cuales quedaron totalmente destruídas.
Según los especialistas, los vientos que castigaron a esta población en la tarde del domingo se aproximaron a los 400 Km/h, lo que constituye un tornado de fuerza 4 en una escala máxima de 5.
Un anciano lloró ante las cámaras de televisión narrando la pérdida de todos sus bienes. El viento levantó y se llevó su refrigerador, que no apareció mas. El televisor quedo inservible, luego de aterrizar de su vuelo, contó el anciano.
En Pedroso, en Matanzas, en el occidente de la isla, murieron tres personas, 14 resultaron heridas y 242 casas fueron afectadas, de ellas 101 totalmente destruídas.
La prensa local resaltó la ayuda solidaria prestada por los vecinos cuyas casas quedaron en pie a los que perdieron la suya, así como los esfuerzos de la Defensa Civil y las autoridades por restablecer los servicios de agua potable y electricidad, así como suministro de alimentos y materiales para construcción de los hogares.
Las autoridades anunciaron que más de cinco kilómetros de líneas eléctricas fueron derribados, y que un número indeterminado de residentes de las provincias de Matanzas y Cienfuegos carecían de agua y teléfono. Ayer no se sabía cuando normalizarían el servicio.
Jerarcas provinciales de Cienfuegos aseguraron ayer que la vida va normalizándose en Cruces, y que las necesidades principales de la población son atendidas por el sistema de abastecimiento central.