Los trabajadores de Boeing en Seattle, Estados Unidos, votaron masivamente a favor de una huelga, luego de rechazar el nuevo acuerdo propuesto por la empresa, a pesar de las dificultades financieras que enfrenta el gigante aeronáutico. La compañía ha declarado su compromiso con continuar las negociaciones.
Con una votación contundente, el 94,6% de los empleados rechazó la oferta del convenio laboral, mientras que el 96% respaldó la huelga, según Jon Holden, presidente del sindicato International Association of Machinists and Aerospace Workers (IAM) Distrito 751. Este sindicato representa a más de 30.000 trabajadores de Boeing en esa región.
“Nuestros miembros han hablado claro esta noche”, afirmó Holden, anunciando que la huelga comenzará a la medianoche.
La huelga afectará las principales plantas de ensamblaje en la región del estrecho de Puget, lo que paralizará la producción de aviones como el 737, 777 y 767, cuyos plazos de entrega ya han experimentado retrasos. Para Boeing, esto representa un problema significativo, pues la empresa recibe cerca del 60% del pago de las aeronaves al momento de su entrega.
A pesar del apoyo abrumador a la huelga, Boeing emitió un comunicado reafirmando su compromiso de continuar las conversaciones con los trabajadores. “Estamos listos para volver a la mesa de negociaciones y alcanzar un nuevo acuerdo”, señaló la empresa.
Según el análisis de TD Cowen, una huelga de 50 días podría costarle a Boeing entre $3.000 y $3.500 millones en liquidez y afectar sus ingresos en $5.500 millones.
Rechazo a acuerdo salarial de trabajadores de Boeing
La propuesta rechazada por los trabajadores incluía un aumento salarial del 25% en cuatro años, así como un compromiso de inversión en la región de Seattle. Además, Boeing planeaba construir su próximo avión en esta área para asegurar empleos a largo plazo.
No obstante, los trabajadores consideraron que el aumento era engañoso, pues implicaba la eliminación de un bono anual. “No es un verdadero aumento del 25%”, afirmó Paul Janousek, un electricista que lleva 13 años en la planta de Everett. Janousek calculó que el aumento real sería del 9% tras la eliminación del bono.
El conflicto ocurre en un contexto delicado para Boeing, que aún lidia con los efectos de la crisis provocada por los accidentes de los 737 MAX 8 en 2018 y 2019, que dejaron 346 fallecidos, además de problemas de calidad en la producción. La compañía esperaba que las concesiones ofrecidas evitaran la huelga, en medio de su recuperación económica.
Kelly Ortberg, quien asumió como líder de la empresa en agosto, advirtió sobre el impacto de la huelga en la recuperación de Boeing y pidió a los empleados no sacrificar el futuro de la compañía por frustraciones del pasado.
Esta huelga se enmarca en un aumento de la conflictividad laboral en Estados Unidos, con protestas recientes en sectores como el automotriz, el entretenimiento y otras industrias.
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