Washington. El enigmático líder del grupo Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, quien presidió su guerra santa a nivel mundial y se convirtió en posiblemente el hombre más buscado del mundo, murió luego de ser blanco de un ataque de las fuerzas militares de Estados Unidos en Siria, dijo este domingo el presidente estadounidense, Donald Trump.
El anuncio lo hizo Trump en la Casa Blanca y añadió que Estados Unidos había “llevado al terrorista número uno del mundo ante la justicia”.
Mientras las fuerzas estadounidenses se abalanzaban sobre él, Trump dijo que al-Baghdadi huyó a un túnel sin salida con tres de sus hijos y detonó un chaleco con explosivos. “Era un hombre enfermo y depravado, y ahora ya no está”, expresó.
El mandatario añadió: “Murió como un perro, murió como un cobarde”.
El tiroteo fue intenso y hubo “muchas explosiones”, afirmó Trump, quien destacó indicó que ninguno de sus comandos fue herido. La única víctima estadounidense fue un perro militar en el túnel.
La operación implicó el despliegue de ocho helicópteros que volaron durante una hora desde una base no identificada y contó el apoyo de Rusia, Siria, Turquía e Irak, según el presidente.
También agradeció a los kurdos sirios “por un cierto apoyo” que brindaron.
En Bagdad, el comando militar iraquí anunció este domingo que suministró la localización de al-Bagdadi en Siria para el ataque estadounidense.
“Una sección especializada trabajó durante un año” y “la inteligencia nacional pudo (...) localizar la guarida” de Bagdadi, y “gracias a esto, la operación estadounidense fue realizada”, indicó un comunicado.
Un funcionario estadounidense comentó el sábado que al Bagdadi era blanco de un ataque en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria. Agregó que la identidad del líder del Estado Islámico fue confirmada por una prueba de ADN realizada en el sitio.
El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Robert O’Brien, detalló el mensaje que recibieron el mandatario y sus asesores mientras supervisaban la redada desde la Sala de Crisis de la Casa Blanca.
“El comandante de la misión llamó y dijo ’100 por ciento seguro’ que Bagdadi estaba muerto”, declaró O’Brien en NBC.
Éxito para Trump
La eliminación de al Bagdadi representa un éxito importante en materia de política exterior para Trump y tuvo lugaren uno de los peores momentos de su presidencia, mientras está involucrado en una investigación de juicio político y enfrenta una condena generalizada, entre tanto demócratas como republicanos, por su política en torno a Siria.
La retirada de los soldados estadounidenses del noreste de Siria provocó una tormenta de críticas bipartidistas en Washington sobre que el grupo extremista podía ganar fuerza luego de que había perdido varias franjas del territorio que alguna vez controló. Trump señaló que el retiro de las fuerzas militares “no tuvo nada que ver con esto”.
En su apogeo, el EI controlaba franjas de Irak y Siria en un Estado autodeclarado -califato- caracterizado por la brutal imposición de una versión puritana del Islam.
Además de oprimir a las personas bajo su control, el EI planeó o inspiró ataques terroristas en todo Europa, mientras utilizaba las redes sociales para atraer a voluntarios extranjeros.
Fue una guerra de años, en los que el grupo yihadista se hizo conocido por sus ejecuciones en masa y espeluznantes asesinatos de rehenes, antes de que la última porción de territorio del califato en Siria fuera tomada en marzo.
Dudas de Rusia
No obstante el anuncio en Washington, Rusia declaró este domingo por la noche que no tiene “informaciones confiables” sobre una “nueva ‘muerte’” del jefe del Estado islámico (EI).
“El Ministerio de Defensa ruso no dispone de informaciones confiables sobre las acciones del Ejército estadounidense en la zona de seguridad de Idlib (...) sobre una ‘nueva muerte’” de Al- Bagdadi, indicó en un comunicado el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov.
La noticia de la redada fue elogiada por líderes mundiales.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, escribió en Twitter que era “un punto de inflexión en la lucha conjunta contra el terrorismo”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó la operación como “un momento importante en la lucha contra el terrorismo”, pero advirtió de que ese combate “aún no ha terminado”.
Un vocero del gobierno de Irán manifestó que la muerte de Bagdadi no significa el fin del terrorismo del EI, sino “apenas el fin de un capítulo”.