Washington. Donald Trump afirmó que la excongresista republicana Liz Cheney podría enfrentar “serios problemas” tras la publicación de un informe que la acusa de manipular un testigo. La declaración refuerza las amenazas del presidente electo contra sus rivales.
“Liz Cheney podría verse en serios problemas, según la evidencia obtenida por el subcomité (del Congreso), que establece que ‘probablemente Liz Cheney violó numerosas leyes federales y que esas violaciones deberían ser investigadas por el FBI’”, escribió Trump la madrugada de este miércoles en su red social Truth Social.
Liz Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney, participó en la investigación del Congreso sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. En ese ataque, una turba de partidarios de Trump intentó impedir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
La comisión concluyó que Trump “supervisó y coordinó un sofisticado plan” para revertir la elección presidencial y bloquear la transferencia del poder.
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Cuando los republicanos recuperaron la mayoría en la cámara baja del Congreso en 2022, algunos legisladores aliados de Trump crearon un subcomité para investigar “las fallas y la politización de la comisión del 6 de enero”.
El informe divulgado el martes por este subcomité acusa a Cheney de conspirar con un exfuncionario de la administración Trump que testificó contra el expresidente.
Cheney calificó las acusaciones como un “ataque cobarde y malicioso a la verdad” que “ningún abogado, legislador o juez respetable” podría tomar en serio.
La excongresista, quien llegó a ser una figura prominente del partido en la Cámara de Representantes, perdió apoyo tras criticar la negativa de Trump a aceptar su derrota en las elecciones de 2020.
En noviembre pasado, Cheney respaldó a la candidata demócrata Kamala Harris. Durante la campaña, calificó a Trump de dictador “vengativo y cruel” luego de que él sugiriera que la excongresista sería menos “halcón de guerra” si estuviera frente a un pelotón de fusilamiento.
La nueva arremetida de Trump ilustra su interés por tomar medidas contra quienes considera sus enemigos políticos. Este escenario se intensificará tras su regreso a la Casa Blanca, programado para el 20 de enero.
El lunes, el magnate presentó una demanda contra un periódico y una encuestadora de Iowa que lo proyectaron como perdedor antes de las elecciones en ese estado. La acción generó temores de una guerra abierta contra los medios.
Trump también nombró a Kash Patel como director del FBI, un aliado fiel que en 2023 aseguró que, bajo su mando, las agencias policiales “perseguirían” a periodistas y a ciertos funcionarios de la administración Biden.