
Washington. Además de las estratégicas reservas de tierras raras y petróleo, el presidente estadounidense Donald Trump ha puesto la mira en otro recurso estratégico de Ucrania en el proceso de negociación de un eventual cese el fuego con Rusia: sus centrales nucleares.
Durante la conversación telefónica sostenida, el pasado miércoles, por Trump con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, el magnate propuso que Estados Unidos tome posesión de esas instalaciones porque sería la “mejor protección y apoyo posibles”.
No dio detalles sobre esta nueva propuesta, sorprendente, pero en sintonía con su idea de abordar los temas diplomáticos como si fueran transacciones comerciales.
Al respecto, Zelenski manifestó este jueves que Ucrania no “discutirá” el traspaso de la propiedad de sus plantas nucleares a Estados Unidos, entre ellas la de Zaporiyia, ocupada por Rusia.
“Tenemos 15 reactores nucleares en servicio hoy. Todo esto pertenece a nuestro Estado”, insistió Zelenski durante una conferencia de prensa en Oslo.
Ucrania tiene cuatro centrales nucleares operativas, todas ellas construidas durante la era soviética.
El destino de Zaporiyia, la mayor central de Europa y que está sin actividad desde que fue ocupada por el ejército ruso a inicios de 2022, es motivo de preocupación para Ucrania y para las potencias occidentales, una inquietud que también comparte el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente desde su ocupación de atacar esta planta nuclear.
“Se trata de centrales nucleares que pertenecen al Estado, no son propiedades privadas”, señaló Zelenski, que se declaró abierto a propuestas de Estados Unidos de “modernizar o invertir” en la central de Zaporiyia.
Kiev dispuesto a suspender ataques
El jefe de Estado ucraniano se mostró dispuesto a suspender los ataques a infraestructuras civiles y energéticas en Rusia, después de que el mandatario de ese país, Vladimir Putin, se comprometiera el martes a preservar temporalmente el sector energético en una llamada con Trump.
“Uno de los primeros pasos hacia el final de la guerra podría ser suspender los ataques contra las infraestructuras energéticas y otras infraestructuras civiles”, dijo el dirigente ucraniano en la red social X.
Putin precisó que en la conversación solo se habló de “una central, que está bajo ocupación rusa”, es decir la de Zaporiyia, en el sureste.
Por parte de Washington, al menos en apariencia, el tono se ha suavizado claramente en comparación con la abierta hostilidad con la que el presidente ucraniano fue recibido recientemente por Trump en la Casa Blanca.
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“Hoy no sentí ninguna presión. Eso es un hecho”, declaró Zelenski a los periodistas. En un mensaje en X, calificó la conversación de “positiva, muy sustancial y franca”.
Un comunicado oficial estadounidense insiste en que Zelenski, acusado de ingratitud por algunos funcionarios, ha “agradecido” varias veces a Trump su labor.
“Acabo de mantener una muy buena llamada con el presidente de Ucrania (...). Gran parte de la conversación se basó en la llamada de ayer (martes) con el presidente Putin para alinear las demandas y necesidades tanto de Rusia como de Ucrania. Estamos muy bien encaminados”, escribió el magnate republicano en su red Truth Social.
La llamada tuvo lugar poco después de que Rusia y Ucrania anunciaran haber intercambiado 175 prisioneros de guerra de cada bando.
Defensa antiaérea
“El presidente Zelenski pidió sistemas de defensa antiaérea (...) y el presidente Trump aceptó trabajar con él para ver qué había disponible, en particular en Europa”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en rueda de prensa.
Mencionó los sistemas Patriot y añadió que “el intercambio de inteligencia militar para la defensa de Ucrania” va a “continuar”.
Estados Unidos había suspendido temporalmente la ayuda militar y el canje de información, hasta que Kiev aceptara su propuesta de alto el fuego total de 30 días. Ucrania cedió, pero Trump fue incapaz de convencer a Putin.
El republicano sugirió el miércoles que Estados Unidos sea el propietario de las centrales nucleares y eléctricas ucranianas. Alega que “sería la mejor protección y el mejor apoyo a la infraestructura energética ucraniana”.
Negociación en Arabia Saudita
Las dos conversaciones telefónicas de Trump dejan muchos interrogantes sin respuesta, pero está claro que el republicano ya no habla de poner fin a la guerra de un plumazo, como lo hacía durante la campaña electoral.
Se desconoce qué pasará en el futuro con la ayuda occidental a Ucrania. Putin reclama que se suspenda. Tampoco se sabe si habrá o no el eventual “reparto” territorial mencionado recientemente por el presidente estadounidense.
Las negociaciones continuarán en Arabia Saudita en los próximos días, entre estadounidenses y rusos, por un lado, y estadounidenses y ucranianos por otro.
El objetivo es llegar primero a una tregua en el mar Negro, seguida de un alto el fuego total, y finalmente negociaciones de paz.
Sobre el terreno los combates continúan.

El Ministerio de Defensa ruso informó la mañana de este jueves sobre 132 drones ucranianos derribados sobre las regiones de Satarov, unos 700 km al sureste de Moscú, y la vecina Vorónezh
Ucrania contabilizó la noche del miércoles seis misiles y 145 drones de combate rusos.
Un hombre murió y otras tres personas resultaron heridas en otro ataque en la región de Sumy, en el noreste de Ucrania, contra un edificio residencial, y un bombardeo mató a un civil en Jersón (sur) el miércoles por la mañana, según las autoridades locales.