Caracas (AFP). El gobierno venezolano decretó hoy el estado de emergencia del sistema eléctrico para implementar un plan que refuerce el servicio, cuya ineficiencia causa frecuentes apagones en el interior del país.
A su vez el incipiente gobierno de Nicolás Maduro decidió militarizar sus instalaciones para impedir “sabotajes”.
Ambos anuncios los dieron a conocer altos funcionarios del Gobierno.
El decreto, que durará noventa días, “es de gran importancia porque es el marco que nos permitirá tomar medidas indispensables para estabilizar el sistema eléctrico en Venezuela”, destacó el vicepresidente Jorge Arreaza en rueda de prensa, junto al ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón.
Decretada por el recién electo presidente Nicolás Maduro, la emergencia permitirá “acelerar los procesos de adquisición (de equipos) de trabajo” a la Corporación Eléctrica Nacional a través de un plan del ministerio para el proceso de estabilización, sobre todo del área de distribución, explicó Chacón.
Asimismo, se declararán zonas de seguridad todas las instalaciones eléctricas, que serán militarizadas, con el fin de garantizar la protección contra peligros o amenazas internas y externas que pongan en riesgo el funcionamiento del servicio.
“Se ordena a los organismos de seguridad ciudadana y a la Fuerza Armada, el resguardo inmediato del sistema eléctrico con el objetivo de impedir actos vandálicos o atentados y cualquier tipo de sabotaje”, agregó también el vicepresidente.
Maduro acusó recientemente a la oposición de sabotear el sistema eléctrico para perjudicar su campaña presidencial para las elecciones del pasado 14 de abril.
Chacón, juramentado como ministro ayer junto al resto del gabinete, indicó que el gobierno prepara el plan Gran Misión Eléctrica, que prometió Maduro durante su campaña para resolver los problemas del sistema, que en varias ocasiones han producido racionamientos sobre todo en el interior del país.
El ministro también advirtió que “si no existe un equilibrio entre toda la inversión en generación (eléctrica) y una conciencia en el uso racional de la energía es difícil mantener un sistema de esta naturaleza”, refiriéndose al elevado nivel de consumo energético venezolano.