Ginebra. El gobierno de Haití anunció este lunes que actuará para capturar a los pandilleros responsables de la masacre ocurrida el fin de semana en un barrio de Puerto Príncipe, donde al menos 184 personas murieron, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Este acto de barbarie, de una crueldad insoportable, le costó la vida a más de un centenar de mujeres y hombres, especialmente ancianos indefensos”, señaló el gobierno en un comunicado publicado en la red social X.
De acuerdo con el Comité por la Paz y el Desarrollo (CPD), un líder pandillero conocido como Micanord ordenó los asesinatos. Estaba convencido de que varios habitantes habían provocado la enfermedad de su hijo mediante ritos vudús.
“Sus hombres persiguieron a los ancianos y adeptos del vudú en Wharf Jeremie, una zona del barrio Cité Soleil, entre el viernes por la noche y el sábado. Luego los ejecutaron y quemaron sus cadáveres”, explicó Fritznel Pierre, director del CPD, a la radio haitiana Magik 9.
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Los pandilleros también atacaron a chóferes de mototaxis que intentaban evacuar a los residentes del área.
Pierre aseguró que las cifras oficiales de víctimas son incompletas porque los grupos criminales bloquean el acceso a Cité Soleil, situado en el oeste de la capital haitiana.
Por su parte, Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, cifró en 184 las víctimas de esta masacre.
Un vecino de Wharf Jeremie relató a esta agencia que su padre, de 76 años, murió a manos de los pandilleros el viernes por la noche.
“Le prendieron fuego a su cadáver. La familia no puede ni siquiera darle sepultura porque no hemos podido recuperar su cuerpo”, señaló el habitante, quien prefirió mantenerse en el anonimato para proteger a sus allegados que aún viven en la zona.
Haití supera las 5.000 víctimas
“Estos últimos fallecidos elevan el número de muertos en Haití este año a 5.000 personas”, afirmó el funcionario de Naciones Unidas durante una rueda de prensa en Ginebra, en referencia a las víctimas de la violencia pandillera.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los hechos “aterradores” registrados en Puerto Príncipe durante el fin de semana. También pidió a las autoridades haitianas que lleven a los responsables ante la justicia, según su portavoz.
Haití enfrenta una crisis de seguridad agravada por décadas de inestabilidad política y la expansión de pandillas acusadas de asesinatos, secuestros y violencia sexual contra la población.
Desde febrero, estas bandas intensificaron sus acciones. Grupos armados lanzaron ataques coordinados en Puerto Príncipe para intentar derrocar al entonces primer ministro Ariel Henry.
Los grupos criminales controlan el 80% de Puerto Príncipe. Su poder creció ante unas autoridades incapaces de detener sus ataques.
Una fuerza internacional respaldada por la ONU, con financiación mayoritaria de Washington, comenzó su despliegue este verano boreal bajo el liderazgo de policías kenianos. Sin embargo, los resultados fueron limitados.
En la red social X, Sean Savett, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, pidió a la comunidad internacional que se una a Estados Unidos para brindar “asistencia inmediata en materia de seguridad” a esa misión internacional.
El CPD informó que la mayoría de las personas asesinadas el viernes y el sábado tenían más de 60 años. Entre las víctimas también hubo jóvenes que intentaron intervenir.
La violencia desplazó a más de 700.000 personas en todo el país, la mitad de ellas niños, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) correspondientes a octubre.
De origen africano y pilar cultural del país, el vudú llegó a Haití con los esclavos. Prohibido durante la ocupación colonial francesa hasta 1804, no fue reconocido como religión oficial hasta 2003.