Un vuelo de Avianca, que cubría la ruta Madrid-Medellín con 232 pasajeros, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia una hora y treinta minutos después de despegar.
En redes sociales, los pasajeros informaron que en la tarde del 7 de julio, la aeronave sufrió la ruptura de la ventanilla del piloto, posiblemente debido al impacto con un ave u otra causa desconocida. Este incidente redujo la visibilidad del piloto y obligó al avión a regresar al aeropuerto de Madrid para garantizar la seguridad de los pasajeros.
El inesperado suceso generó gran temor entre los pasajeros, quienes adoptaron la posición fetal para priorizar su seguridad en caso de un accidente. Vivieron aproximadamente 20 minutos de pánico en el aire hasta que se controló la emergencia.
Medios de comunicación españoles reportaron que, tras la ruptura de la ventanilla, la tripulación decidió suspender el vuelo que duraría 10:15 horas y utilizó la técnica de liberar combustible en el aire para reducir peso y facilitar el aterrizaje en la pista de Barajas.
Avianca informó oficialmente que el vuelo AV017 aterrizó de manera segura, con sus pasajeros ilesos, quienes recibieron asistencia y fueron reubicados en otros vuelos.
En redes quedaron registrados los momentos en el que la tripulación procedió a activar los protocolos de contingencia, mientras recibían confirmación para regresar a la terminal aérea. Según se conoció, en un principio el piloto tuvo que descender a 12.000 pies de altura para evitar mayores presiones en la ventana, mientras que los pasajeros grababan cómo se desabastecía la aeronave. El derrame del combustible se genera desde unas válvulas que desvían el combustible hacia la punta de las alas, allí se pulveriza en la atmósfera.
Héctor Rotundo, experto en aviación, explicó a la cadena Univisión que las ventanas de un avión no pueden tener ninguna rajadura o quiebre, ya que esto puede provocar que el aire dentro de la aeronave salga a gran presión.
Para este 10 de julio, el bimotor de fuselaje ancho, matrícula N785AV y que comenzó a operar en el 2015, ya tenía programado el vuelo Madrid-Bogotá, lo cual indica que fue reparado en menos de tres días.
La tripulación del vuelo saliendo de #Madrid hacia Medellín nos comunica que tienen un posible problema con una ventanilla de cabina y que prefieren regresar a Madrid. Realizan un descenso inicial a 12.000 pies y varias esperas para reducir peso. Una vez listos para aproximación,… pic.twitter.com/4LAxPcyUM3
— 😉Controladores Aéreos 🇪🇸 (@controladores) July 7, 2024
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