París. La red social X de Elon Musk, considerada una mina de oro por los medios cuando se llamaba Twitter, se convirtió para algunos en una “pesadilla informativa”. Tres grandes periódicos decidieron abandonarla, acusándola de difundir desinformación.
El diario británico The Guardian anunció el miércoles que ya no publicará contenidos en esta “plataforma mediática tóxica”. Le siguieron el jueves el periódico español La Vanguardia y el viernes el sueco Dagens Nyheter.
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¿Estas salidas anuncian otras? La pregunta sobre una deserción masiva ya se planteó en 2022, cuando Musk compró Twitter, la rebautizó como X y redujo drásticamente la moderación, en nombre de la libertad de expresión.
“Podemos esperar que otros editores de prensa abandonen X” tras la reciente victoria de Donald Trump, obtenida con el apoyo activo de Musk en las elecciones presidenciales estadounidenses, afirmó Stephen Barnard, investigador de la American Butler University.
Sin embargo, la magnitud de la deserción “dependerá probablemente de las acciones de X, de Musk y de la administración Trump respecto a los medios”, agregó. “Si se muestran tan hostiles hacia ellos como en el pasado, eso probablemente provocará más salidas”, detalló.
Musk, enfrentado a los medios de comunicación que lo acusan de promover la desinformación, fue designado por Trump para encabezar una nueva comisión con la misión de recortar el gasto público.
Dependencia
Para justificar su salida de X, The Guardian señaló que “los beneficios” de estar en la plataforma eran ahora superados “por los inconvenientes”, en particular la omnipresencia de “teorías de conspiración de extrema derecha y del racismo” en las cuentas de X.
En sus inicios, entre 2008 y 2009, Twitter fue visto por los medios como un lugar imprescindible para tener contacto directo con los lectores y las fuentes de información, tanto expertos como políticos.
Los medios “encontraron y ampliaron su público, construyeron marcas, desarrollaron nuevas prácticas periodísticas, formaron una comunidad”, lo que a su vez “fortaleció notablemente la influencia de Twitter”, enumeró Barnard.
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¿Hasta el punto de quedar atrapados en una dependencia que ahora están pagando? “Creo que sí”, respondió Mathew Ingram, antiguo especialista en medios digitales de la revista estadounidense Columbia Journalism Review.
“Muchos editores de prensa abandonaron cualquier forma de interacción con sus lectores, externalizándola a redes sociales como Twitter, y ahora recogen lo que sembraron”, explicó.
Sin embargo, mucho antes de la llegada de Musk, tras la fiebre de los primeros tiempos, ya se escuchaban críticas contra el funcionamiento de una red acusada de fomentar polémicas e indignaciones instantáneas y de ofrecer un reflejo distorsionado de la sociedad, con una presencia sobredimensionada de las clases altas y de grupos de activistas.
¿Qué alternativa?
Queda por ver si abandonar X será perjudicial para los periódicos, ya afectados por una grave crisis económica.
“Estamos convencidos de que seguramente vamos a perder suscripciones, porque algunos lectores se suscribían después de ver una noticia en la red social”, predijo Jordi Juan, director de La Vanguardia.
Pero “es poco probable que eso tenga un efecto significativo en los ingresos de los medios, ya que X genera relativamente poco tráfico hacia los sitios de noticias en comparación con otras plataformas”, matizó Barnard.
En octubre de 2023, seis meses después de que la radio pública estadounidense NPR abandonara Twitter, un informe de la Fundación Nieman para el periodismo consideró que los efectos de esa salida fueron “insignificantes” en términos de tráfico.
Entonces, ¿a dónde ir al salir de X?
Algunos internautas proponen mudarse a otra red social estadounidense, Bluesky, que el viernes anunció haber registrado un millón de nuevos usuarios en un solo día.
Sin embargo, sus 16 millones de usuarios siguen siendo pocos en comparación con los usuarios activos de X, estimados en varios cientos de millones.
“Hoy en día no existen alternativas sólidas a lo que ofrece X. Pero quizás haya que inventarlas”, afirmó Vincent Berthier, jefe del departamento de tecnologías de Reporteros Sin Fronteras.
Para la ONG francesa de defensa de la prensa, el hecho de que los periódicos abandonen X es un “síntoma del fracaso de las democracias en la regulación de las plataformas de internet”.
“Musk es la cara radical de esta pesadilla informativa que existe en las plataformas, pero el problema es mucho más global”, enfatizó Berthier.