
Kiev. Un ataque ruso con misiles balísticos contra el centro de la ciudad de Sumi, en el noreste de Ucrania, dejó el domingo “decenas de muertos y heridos”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Un terrible ataque ruso con misiles balísticos contra Sumi (...) Según los primeros datos, hay decenas de civiles muertos y heridos”, dijo el mandatario en las redes sociales.
“Y esto en un día en que la gente va a la iglesia: Domingo de Ramos (...) Solo los malnacidos pueden hacer esto”, añadió.
Sumi está más al norte, cerca de la frontera, y sufre una presión creciente desde que Moscú hizo retroceder a gran parte de las tropas ucranianas en la vecina región rusa de Kursk.

Al menos 30 personas murieron y más de 100 resultaron heridas en el bombardeo ruso con misiles, informaron los servicios de emergencia del país.
“Rusia golpeó el centro de la ciudad con misiles balísticos. Justo cuando había mucha gente en la calle”, afirmaron los rescatistas en redes sociales.
También se produjo dos días después de la visita de un emisario estadounidense a Rusia. Ambos países reanudaron sus contactos desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

“Baño de sangre”
El bombardeo es “un ejemplo horrible de la intensificación de los ataques de Rusia mientras Ucrania aceptó una tregua”, denunció la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
El primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, escribió en X que “este último ataque mortal es un recordatorio brutal del continuo baño de sangre perpetrado por Putin”.
Otros dirigentes europeos reaccionaron, como el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, que describió el ataque como un acto “de barbarie”. El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a su vez “medidas fuertes” para imponer una tregua a Moscú.
Fue un ataque “inaceptable” que “sobrepasa los límites de la decencia”, denunció por su parte Keith Kellogg, el enviado estadounidense para Ucrania.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, calificó el bombardeo de “horrible” y expresó sus condolencias a las víctimas.
El ataque se produjo dos días después del encuentro en San Petersburgo entre el emisario estadounidense Steve Witkoff y Putin.
Washington propuso en marzo un alto el fuego, pero Putin no se mostró convencido y la propuesta de tregua de 30 días, aceptada por Kiev, no se concretó.
Kiev y las potencias occidentales sospechan que Rusia, cuyo ejército es más numeroso y está mejor equipado en el frente, prolonga deliberadamente las negociaciones.