Orpheus L. Woodbury y Sonja Darlene Woodbury, los abuelos de Clayton Mark Sanders, mantienen firme su decisión de no entregarlo a su padre estadounidense porque hacerlo, alegan, pondría en peligro la estabilidad emocional del menor.
Este drama familiar, cuyas raíces se remontan a casi nueve años atrás en las cortes del estado de Virginia, Estados Unidos, trascendió aquí el lunes pasado cuando el padre del pequeño, Clayton Sanders, estuvo a punto de recuperarlo durante un operativo policial.
Con una orden del Juzgado de Instrucción de Heredia y el auxilio del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Sanders se presentó en la Escuela Europea, en San Pablo de Heredia, donde estudia el menor.
Cuando la entrega estaba por efectuarse, el niño notó la presencia de su progenitor y, acto seguido, se lanzó por una ventana para escapar por un cafetal contiguo.
Con la fuga de Clayton Mark, también se perdió todo contacto con Orpheus L. Woodbury y Sonja Darlene Woodbury.
Contra los abuelos no hay orden de captura.
Ellos, simplemente, deben ser localizados para entregarles la notificación que no quieren recibir: la resolución mediante la cual son conminados a entregar al nieto.
La Nación logró, el viernes pasado, ubicar a los abuelos y al menor, y los tres, por primera vez, accedieron a ser entrevistados y fotografiados. Al alegar razones de seguridad, pidieron no revelar el sitio de la conversación.
El pequeño, enamorado de las matemáticas y de la pizza de peperone, también dice ser hincha del campeón nacional de futbol, Deportivo Saprissa.
Inminente peligro
Orpheus L. Woodbury, veterano de la guerra de Vietnam, quien nació en puerto Limón y vivió en Costa Rica los primeros nueve años de su vida, dijo que no entregará al niño porque afectaría su actual estabilidad emocional.
Clayton Mark es nieto suyo porque es hijo de Patricia Lynn Wright, una de las dos hijas que tuvo su esposa Sonja en su primer matrimonio.
Los abuelos aseguraron haber entrado en contacto con el niño desde su tercer día de vida y disponer de su custodia a partir de los seis meses de edad cuando les fue conferida porque los padres, supuestamente, no estaban capacitados para hacerlo.
Posteriormente, los progenitores se divorciaron, y una corte de Virginia confirmó la custodia en los abuelos.
Patricia, tras el rompimiento con Clayton, regresó con sus padres y por eso nunca se preocupó de pedir una revisión sobre la custodia.
"Ella, quien tiene 27 años y actualmente cursa los últimos años de enfermería, ha manifestado su deseo de que su hijo continúe con nosotros. La intención suya es recibirse de enfermera y venirse a trabajar a Costa Rica para así continuar al lado de su hijo", declaró Orpheus, quien tiene cuatro hijos producto de su primer matrimonio.
El abuelo afirmó que el papá, presuntamente, nunca se preocupó por el niño, que las pocas veces que lo tuvo bajo su protección mostró descuido en su atención y que, por el momento, no se tiene garantía alguna de que haya cambiado de actitud.
"Mi nieto tiene aquí en Costa Rica --añadió Orpheus-- el ambiente idóneo para crecer y convertirse en un hombre de bien. Asiste a una buena escuela, es un magnífico estudiante y cuenta con agradables amistades. Sacarlo de este medio, al cual no quiere renunciar, para llevarlo a Estados Unidos, sin lugar a dudas que le provocará un trastorno emocional de peligrosos resultados."
Pasos de una batalla
Síntesis de los momentos más importantes en la batalla legal que libran Clayton Sanders y los abuelos Orpehus y Sonja Woodbury por la custodia del niño Clayton Mark Sanders II.
12 de mayo de 1988: En el estado de Virgina, Estados Unidos, se emite la orden de custodia del menor Clayton Mark Sanders II a favor de sus abuelos Orpehus L. Woodbury y Sonja Darlene Woodbury. El muchacho, cuyos padres son Clayton Sanders y Patricia Lynn Wright, nació el 9 de julio de 1986.
Lunes 30 de octubre de 1995: El Juzgado de Instrucción de Heredia dicta orden de allanamiento de la Escuela Europea para poder entregar el menor al padre. Sin embargo, el chiquito escapa y la diligencia fracasa.
Fuente: documentos que constan en expedientes judiciales y del Instituto Costarricense de Turismo..
Pequeño no quiere abandonar el país
Tras escuchar con atención la primera pregunta, abrió los ojos y casi, simultáneamente, dejó escapar una inmensa sonrisa.
La respuesta inmediata, la cual llegó apoyada en una mirada llena de picardía, resultó sorpresiva y desequilibrante.
"Soy saprissista y quiero ser un defensor como Rónald González", contestó Clayton Mark Sanders II, cuando se le preguntó sobre qué le gustaba más de Costa Rica.
El muchacho, en cuyo rostro resalta un archipiélago de pecas, al parecer se encuentra atacado por la "fiebre" del futbol.
Lo anterior porque, acto seguido, aclaró que si no podía ser un defensor como el stopper morado, entonces se convertiría en un delantero como el brasileño Romario.
Este alumno de cuarto grado en la Escuela Europea, en San Pablo de Heredia, a quien le agradan particularmente las matemáticas pero le desagrada, de manera manifiesta, la comida que sirven en el centro educativo, dijo no estar de acuerdo en irse de Costa Rica como tampoco en abandonar a los abuelos Orpheus y Sonja Woodbury.
"Por eso me tiré por la ventana y escapé al cafetal el día que mi papá llegó a la escuela para llevarme con él", declaró Clayton, quien desde enero de 1994 está matriculado en la Escuela Europea.
Eso ocurrió el lunes pasado cuando su padre, Clayton Sanders, llegó al centro de enseñanza con agentes del Organismo de Investigación Judicial para hacer efectiva una orden de allanamiento extendida por el Juzgado de Instrucción de Heredia para poder entregar el menor a su padre.
El chiquillo, a quien le encanta la pizza de peperone y el Nintendo, mencionó a su potranca Raya como la propiedad más apreciada, quizá más que los acostumbrados viajes a Acuamanía, en San Antonio de Belén, Heredia.
Agosto de 1991: Clayton y Patricia se divorcian, según sentencia de una corte de Virginia, lo cual está documentado en el expediente que originó el caso en Costa Rica. En este fallo, se ratifica la custodia del menor a cargo de los abuelos.
11 de enero de 1993: Orpheus y Sonja Woodbury, Patricia Lynn Wright y el menor Clayton Mark Sanders ingresan a Costa Rica con el objetivo de fijar la nueva residencia. El abuelo decidió "pensionarse" aquí por los lazos sentimentales que lo ligan al país. Había nacido el 9 de agosto de 1933 en el hospital de la Compañía Bananera, en Limón.
17 de diciembre de 1993: El ICT extiende los carnés de pensionado para Orpheus y Sonja.
Enero de 1994: Clayton Sanders solicita, ante la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia de nuestro país, que ejecute la sentencia del 23 de mayo de 1993 de la Corte Juvenil de Virginia. La resolución, en términos generales, ordena la entrega del menor al padre.
Diciembre de 1994: La Sala Primera accede con el ejecútese. Sin embargo, advierte que en materia de familia la sentencia puede ser revisada por los tribunales costarricenses. A lo largo de este año, los abuelos Orpheus y Sonja Woodbury afrontan cuatro juicios en los tribunales de Heredia, los cuales son rechazados. En dos de ellos se deniega el depósito del menor en manos del padre, según el Tribunal Superior de Heredia.
27 de octubre de 1995: Clayton Sanders solicita, ante el Juzgado Primero de Familia de San José, la entrega de su hijo.