Un accidente de tránsito ocurrido después de las 4 a. m. de este miércoles frente al plantel de Recope en Ochomogo, en dirección San José-Cartago, genera presas vehiculares de varios kilómetros.
En el sentido Cartago-San José, la autopista Florencio del Castillo se encuentra cerrada desde hace al menos tres horas. Pasadas las 8 a. m., el paso sigue interrumpido.
La persona que perdió la vida en el accidente, cuya identidad se desconoce por el momento, fue inicialmente impactada por una motocicleta y, posteriormente, por otros vehículos, entre ellos uno de carga. Su cuerpo aún no ha sido retirado del lugar debido a que los restos quedaron esparcidos sobre la vía, lo que impide la apertura del paso hacia San José.
Condiciones del tránsito
Aunque se han habilitado rutas alternas, la congestión persiste debido al efecto combinado de los conductores curiosos, que disminuyen la velocidad para observar lo sucedido, y la gran cantidad de vehículos.
La fila de autos se extiende desde el plantel de Recope hasta casi Villas de Ayarco, y algunos conductores han optado por bajarse de sus vehículos para estirar las piernas. En dirección San José-Cartago también se registra congestión por las mismas razones.
Del mismo modo, hay numerosas unidades de autobuses atrapadas en la congestión de la empresa Lumaca con personas rumbo a sus trabajos.
Para salir de Cartago se está durando más de una hora con una fila vehicular cuya extensión sobrepasa los dos kilómetros.
Muchas personas debieron de bajar de sus vehículos y dejarlos estacionados cerca de sus sitios de trabajo para llegar a estos a pie, otros optaron por bajar de los autobuses en que se desplazaban y caminar a sus centros de estudios o trabajos debido a los kilómetros presa que se formaron.
Otros optaron por quedarse en sus casas haciendo teletrabajo.
Escuelas afectadas
La Nación confirmó que, en el caso de la Escuela Carlos Monge Alfaro localizada en el Alto de Ochomogo, sus encargados debieron avisar a los padres de familia que el ingreso de los niños quedó para las 10 am debido a que muchas de las educadoras e incluso escolares quedaron imposibilitados de llegar más temprano.
Nazly Arce Rojas, madre de un niño de 5.º grado y una niña de kínder en esta institución, viven cerca de ahí, pero deben de circular por la autopista para alcanzar ese centro educativo.
Arce Rojas aseguró que fue imposible salir de su casa debido a la presa y supo que los niños que sí lograron llegar a la escuela, acompañados por sus padres, fueron devueltos a sus hogares.
“No pudimos salir, es demasiada la presa y las clases las pasaron para las 10 am, pero a esa hora ya no creo llevarlos porque tendría que pagar un Uber o un taxi y a veces hasta donde vivimos no llegan”, explicó.