En un bar de Zapote, entre gritos y el ritmo de una cumbia, los agremiados de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) reeligieron ayer al sindicalista Albino Vargas como su líder.
Vargas estará por cuatro años más como secretario general del sindicato, con un sueldo mensual de ¢1.500.000, según dijo él mismo durante la Asamblea General.
En la actividad, los agremiados que estaban a favor de la tendencia de Vargas recibieron camisetas, un libro con la foto del fallecido director de Diario Extra , William Gómez, y un almuerzo gratis.
La tendencia de Albino Vargas ganó con 1.057 votos, mientras que sus opositores alcanzaron 283.
“Es tal la apaleada que se van a llevar (los opositores), que quieren manchar esta Asamblea ”, expresó Albino Vargas, desde la tarima, como líder de la tendencia Trabajo.
Quejas. Los opositores estaban agrupados bajo la tendencia Rescate, liderada por Laura Morúa. El grupo cuestiona que el puesto de Vargas ha sido un cargo vitalicio.
“No es posible que una misma persona ocupe el mismo puesto durante 22 años. Eso no es democracia sindical, tomando también en cuenta que Albino Vargas está a favor de intereses del Gobierno”, enfatizó Morúa.
En la lista de críticas contra Vargas, el grupo Rescate denunció que en el sindicato no se impulsa el debate entre las tendencias y que se toman decisiones a la libre.
“Nos parece que este bar en Zapote no es un lugar apropiado para las elecciones, pero fue Albino Vargas y su gente los que eligieron sin consultar”, cuestionó Morúa.
También dijo que la falta de explicaciones sobre el malogrado proyecto El Tití, un sitio de recreo en Aguirre, afecta la imagen de la agrupación sindical.
Respeto a las quejas de sus opositores, Albino Vargas evadió referirse a cualquier cuestionamiento.
“Que critiquen todo lo que quieran; no le voy a dar declaraciones”, dijo Vargas, quien levantó sus manos en señal de triunfo, posó para fotografías y aplaudió durante la Asamblea General.
En enero de este año, Albino Vargas reconoció a La Nación que el proyecto hotelero El Tití fue un fracaso para la ANEP.
La auditoría externa reveló que la obra se inició sin permisos y que hubo desorden en las finanzas y cheques sin recibos ni firmas.
En el 2011, Albino Vargas había sido reelegido como secretario.