Su nombre caló hondo en el ambiente futbolero. Pequeño de estatura y muy veloz, sembró peligro cuando ingresaba de cambio al promediar el segundo tiempo con la camisa de Saprissa, con el que jugó 28 partidos (9 como sustituto) y anotó 8 goles. Por estas características, Hernán Medford lo llamó recientemente a la Selección Nacional.
Ayer, Allan Alemán sacudió a la “familia morada” al anunciar, junto al vicepresidente deportivo del club tibaseño, Jorge Alarcón, que esta promesa de futbolista no sigue con el actual bicampeón.
De 23 años, explicó que firmó un contrato con el empresario italiano Matteo Quintavalle, según el cual se liga durante nueve años con el europeo a cambio de una casa valorada en $85.000 (¢44 millones) y un carro último modelo que cuesta $90.000 (¢46,6 millones). También, pronto recibirá otra casa mejor.
Además, Quintavalle le pagará “el triple” de lo que gana en Saprissa. “Era una oferta muy tentadora”, afirmó el artillero.
Pero Alarcón dijo que no podía permitir que jugara con los morados, pues Quintavalle exige el 50% si Alemán es transferido al futbol del exterior.
“Aquí la norma es que los jugadores ganen el 25%. Además, Quintavalle no es agente autorizado por FIFA, por lo que no podemos aceptar esta negociación”, afirmó el dirigente. Alemán jugará ahora con Puntarenas.