Este jueves, el diputado Antonio Álvarez Desanti participó de la última reunión de jefes de fracción a su cargo, antes de dedicarse por completo a su campaña para la convención del PLN del 2 de abril, a partir del lunes.
Y la idea de dedicarse de lleno a la carrera electoral va más allá de esa fecha.
En su despedida como presidente legislativo, el legislador les anunció a los jefes de las nueve fracciones parlamentarias que renunciará a su curul a mediados de año, si gana la lucha por la candidatura presidencial liberacionista, carrera en la que compite contra el expresidente José María Figueres, el también legislador Rolando González y el médico y exdiputado Sigifredo Aiza.
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Por vía telefónica, el precandidato dijo a La Nación que la eventual renuncia no tiene una fecha específica, pero que se daría alrededor de julio, precisamente para dedicarse por entero a la lucha presidencial del 2018, si logra la victoria.
Al separarse de la presidencia legislativa, Álvarez Desanti ya no podrá utilizar la oficina principal del Castillo Azul del Congreso ni asistirá a las sesiones del plenario, pues de hacerlo, estaría obligado a presidir las sesiones por Reglamento. Dejará a la fracción de Liberación Nacional (PLN) con un voto menos.
El liberacionista reconoció que, además de renunciar al despacho en el Castillo Azul, el ausentarse de la presidencia parlamentaria durante diez semanas implica despojarse de una mayor exposición pública.
Sí mantendrá su oficina de diputado en el Congreso, desde la cual intentará mantener un monitoreo constante de las discusiones parlamentarias y legislativas, para presentar mociones a proyectos de ley cuando lo considere conveniente.
"No tengo carro para la presidencia, ni teléfono celular de la Asamblea, ni pasaporte diplomático. Sí voy a devolver la placa de presidente", dijo Álvarez.
Silencio en el PLN.
Aunque la decisión de Antonio Álvarez deja la presidencia del Congreso a merced del Movimiento Libertario, en la fracción del PLN reina el silencio en torno a la decisión del presidente de ausentarse de sus funciones en el Congreso, para irse a hacer campaña.
La mayoría de verdiblancos prefiere respetar esa decisión, aunque no la haya comunicado a la fracción antes de anunciarla públicamente. El único que ha criticado a Álvarez por esa estrategia es el liberacionista Rolando González, quien también aspira a la candidatura presidencial en Liberación.
"Él (Antonio Álvarez) tomó una decisión unipersonal cuyas repercusiones no hemos discutido, que tienen impacto en la conducción del plenario, de la Asamblea Legislativa y su presencia o no como diputado. No existe la figura de la ausencia por uno o dos meses, que no sea producto de una incapacidad o una representación en el exterior", dijo González.
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El también precandidato agregó que Álvarez dejó una gran cantidad de interrogantes sin respuesta, que es una situación sin precedentes.
Maureen Clarke, jefa de la fracción liberacionista, y Julio Rojas, ambos de tendencia figuerista, evitaron calificar si hay efectos negativos en la decisión y solo atinaron a decir que se trataba de un asunto personal del presidente.
Álvarez Desanti dijo al respecto: "No ha habido ningún comentario dentro de la fracción (sobre las ausencias al plenario), salvo los comentarios político electorales de Rolando González, que yo los entiendo porque él está en la pelea por la candidatura, entonces tiene que buscar argumentos para continuar en el proceso de tendencias”.
Sede de campaña.
Aunque inscribió su precandidatura apenas la semana pasada, Álvarez ya tenía en operación su casa de campaña desde el 1.° de diciembre.
La sede está ubicada 200 metros al oeste de la Fundación Omar Dengo, aledaña al barrio de la antigua Dos Pinos, en una calle sin salida.
Ahí ya tiene un administrador de la sede y se maneja la campaña nacional del precandidato.