La capacidad de Costa Rica para adaptarse, mejorar y destacar en un entorno competitivo decayó en el último año, debido al aumento en las tarifas de electricidad y al incremento en las interrupciones del servicio, según revela el IV Informe Nacional de Competitividad.
El análisis detalla que en 2023 la calidad del suministro eléctrico se deterioró debido a un aumento en la frecuencia de los cortes y un incremento en las tarifas promedio, lo cual afectó especialmente a los cantones fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), en particular a las zonas costeras y fronterizas.
La calidad del servicio eléctrico resulta crucial para atraer inversión a las zonas menos competitivas y desarrolladas del país, ya que las empresas dependen de un suministro eléctrico constante para mantener su productividad.
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El Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC), responsable del informe, enfatiza que mejorar el sistema eléctrico en los cantones menos competitivos generaría mayores oportunidades económicas para sus habitantes, lo que podría contribuir a reducir la desigualdad de ingresos en Costa Rica. Sin embargo, la situación actual más bien acentúa esa desigualdad.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) citados en el documento, el precio promedio de la electricidad para todos los consumidores (residenciales, comerciales e industriales) aumentó un 14% entre diciembre de 2022 y diciembre de 2023, luego de haber experimentado una reducción del 12% en 2021 y del 1% en 2022.
Interrupciones en servicio eléctrico
En cuanto a la calidad del servicio, los 1,9 millones de abonados experimentaron en 2023 un promedio de nueve interrupciones, la segunda frecuencia más alta de los últimos seis años, según detalla el informe. Además, la duración promedio de estas interrupciones también se incrementó, pasando de 8,4 horas en 2022 a 10,3 horas en 2023.
Si bien los apagones fueron más frecuentes en la GAM durante 2023, los cantones costeros y fronterizos soportaron más cortes, con un promedio de 12 interrupciones en el año.
Los cantones más afectados fueron Talamanca (Limón), Osa y Golfito (Puntarenas), Nicoya y Hojancha (Guanacaste), y Acosta (San José).
En la GAM, la duración de las interrupciones también aumentó, pasando de un promedio de 6 horas en 2022 a 8 horas en 2023. Sin embargo, las peores cifras en términos de calidad del servicio se registraron nuevamente en comunidades fronterizas y costeras, donde los usuarios enfrentaron mayores dificultades.
Los cantones con más horas de interrupción (superando las 20 horas en 2023) fueron Talamanca y Guácimo (Limón), Quepos, Osa y Parrita (Puntarenas) y Hojancha (Guanacaste).
En mayo de 2024, Costa Rica enfrentó una situación crítica debido a la insuficiencia en las fuentes de generación eléctrica, lo que mantuvo al país al borde de racionamientos de electricidad ordenados por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) como operador del Sistema Eléctrico Nacional.
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Aunque finalmente no se aplicaron cortes, la falta de planificación adecuada para atender la demanda llevó a la destitución de Roberto Quirós Balma como gerente de Electricidad del ICE.