La relación diplomática de más de 60 años entre Taiwán y Costa Rica acabó el 1.° de junio en Pekín, la capital de China.
El Gobierno de Óscar Arias anunció ayer que desde hace seis días Costa Rica abandonó formalmente el grupo de países que reconocen a Taiwán como Estado, al optar por China en una escogencia que no admite lazos simultáneos con ambos.
Costa Rica firmó el viernes el establecimiento de relaciones diplomáticas con la “economía emergente más exitosa del mundo”, con 1.300 millones de habitantes, el 20% de la humanidad.
La firma se dio durante una visita secreta del canciller, Bruno Stagno, y del ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, a Pekín, por 24 horas. Ahí se reunieron con el canciller chino, Yang Jiechi.
“Una decisión de esta trascendencia requiere de una diplomacia discreta. Hemos sido tan transparentes como las circunstancias nos permitían”, explicó el presidente Arias seis horas después de calificar como “especulaciones” las informaciones sobre la ruptura con Taiwán.
No fue sino hasta ayer, a las 2 p. m., cuando el canciller Stagno comunicó personalmente al vicecanciller de Taiwán, Javier Ching-Shan Hou, el fin de la añeja relación bilateral. En adelante habrá solo “relaciones no oficiales”, según el Gobierno de Arias.
Taipéi no había emitido hasta ayer a las 10 p. m. de Costa Rica reacción oficial alguna tras la decisión de Arias.
Pero la embajada de Taiwán aquí protestó enérgicamente por la decisión, que consideró “inamistosa”, y anunció el cese inmediato de toda cooperación.
El último mensaje desde Taipei fue del vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, David Wang, quien admitió anteayer “señales” del acercamiento entre Costa Rica y China, a pesar de las manifestaciones de fidelidad que había pronunciado Stagno.
“No veo ningún quebranto; esas son especulaciones periodísticas”, respondió el Canciller tico el 28 de mayo, al justificar un voto costarricense desfavorable para Taiwán en la Organización Mundial de la Salud.
Tras el anuncio de ayer, Arias agradeció a Taiwán la millonaria cooperación económica y auguró nexos amistosos.
Arias aseguró que buscará el dinero para financiar proyectos que los taiwaneses iban a financiar, como la carretera Naranjo-Florencia, la reconstrucción del hospital Calderón Guardia y varios proyectos de Seguridad Pública.
Razones evidentes. El mandatario argumentó que la decisión revelada ayer está basada en la intención de engancharse a una economía que se prevé llegue a ser la segunda más importante del mundo.
Uno de los planes es ampliar el mercado mediante la negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.
“Esta decisión no obedece a ningún viraje ideológico ni a razones de geopolítica o intereses coyunturales; es un acto de realismo elemental, es un despertar al contexto global en que nos toca desempeñarnos”, justificó Arias, que podría atender este año una invitación del Gobierno chino.
Costa Rica se suma a una lista de 168 países que asumen la existencia de una sola China, en lugar de la división en la que insisten los taiwaneses, cuyo nombre oficial es República de China en Taiwán.
Ahora el grupo de países pro Taiwán son 24, la mayoría pequeños. En Taipéi temen que la decisión de Costa Rica desate un efecto dominó en sus aliados. El canciller de Taiwán, James Huang, presentó ayer la renuncia, como “responsable político” del revés aquí.
China representa el segundo socio comercial de Costa Rica, al que vendió productos por $1.436 millones en el 2006, solo superado por el mercado de Estados Unidos.