Tratar de conseguir la vacuna contra la fiebre amarilla se convirtió en todo un reto para los costarricenses por diversas razones: o no está disponible en las farmacias o su costo es muy elevado, lo que obliga a muchos a tener que ahorrar para comprarla. Una dosis en Costa Rica cuesta entre ¢65.000 y ¢90.000.
La Nación dio a conocer, el pasado 10 de octubre, que los costarricenses que planeen viajar a alguno de los 43 destinos para los cuales se exige este requisito deberán incluir este fármaco en su esquema de vacunación. La obligatoriedad comienza el 11 de febrero de 2025.
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En setiembre, planeamos y compramos los tiquetes aéreos para un viaje familiar en Semana Santa 2025. El itinerario incluye una estadía en Colombia y algunos días en Panamá. Días después, nos llevamos la sorpresa de que este país suramericano está en la lista de destinos para los que se debe contar con esta vacuna.
Desde entonces, decidimos que en diciembre haríamos un esfuerzo para realizar un viaje relámpago a Bogotá, ya que en el aeropuerto El Dorado hay un vacunatorio donde este fármaco se aplica de forma completamente gratuita.
Si comparamos el costo de los tiquetes aéreos con el precio de la vacuna en nuestro país, la diferencia es relativamente pequeña, y además nos damos un paseo por tierras colombianas, donde todo es mucho más barato que en Costa Rica. Me refiero al hospedaje, la alimentación y una gastronomía extraordinaria.
Así fue como, junto a mi esposa, nos escapamos hace un par de semanas rumbo a ‘La Nevera’ de Colombia. Salimos a primera hora de un lunes y, tras dos horas de vuelo, llegamos a las 4 a. m. (hora tica) al aeropuerto El Dorado.
Una vez allí, y después de dos horas de fila en Migración, decidimos buscar el vacunatorio. Como nuestro viaje duró cuatro días, no llevamos equipaje grande, por lo que no tuvimos que esperar por maletas. Pasamos por Aduanas y salimos del aeropuerto.
En la salida principal, tomamos las primeras escaleras eléctricas al frente, subimos al segundo piso donde está el área de salidas internacionales y, al lado del ingreso para hacer migración, vimos un rótulo que dice “Vacunatorio”. Al final del pasillo está la clínica, donde amablemente le preguntan cuál es la vacuna que busca, le piden su pasaporte y le dan la información sobre las contraindicaciones.
Una vez que usted da su aprobación, toca esperar. Esto puede ser una ruleta rusa.
Mi esposa y yo tuvimos la suerte de no tener que esperar demasiado tiempo, tal vez porque viajamos muy temprano. Solo teníamos delante a una familia de cuatro personas, por lo que estuvimos aproximadamente 40 minutos en la sala de espera.
Debo confesar que soy un poco aprensivo con las inyecciones. Sin embargo, la doctora Beatriz Guornón tiene una mano espectacular y, entre preguntas y respuestas, no me di cuenta del momento en que la aplicó. Solo me dijo: “Listo”.
La doctora me comentó que tuvimos suerte, ya que en ocasiones se forman filas en ese vacunatorio con tiempos de espera de hasta tres horas. Además, nos mencionó que muchos costarricenses ya han pasado por sus manos en los últimos dos meses.
Uno de los puntos a tomar en cuenta es que se debe revisar que el certificado de la vacuna sea internacional. Con eso no tendrá problemas para viajar a cualquiera de las 43 naciones que nos piden este requisito a los costarricenses.
En Costa Rica, la vacuna sigue sin estar disponible en el sector privado. Las 8.000 dosis que el Ministerio de Salud puso a disposición a inicios de semana se agotaron en tan solo dos horas.