La Asociación Demográfica Costarricense estima que en el país se realizan 27.000 abortos ilegales cada año.
Es decir, que por cada 100 niños nacidos vivos hay 38 que no llegan a nacer, pues sus madres interrumpen voluntariamente el embarazo.
Dicha cifra es producto de un estudio elaborado en el 2007 por Cristian Gómez Ramírez, encargado de proyectos de la Asociación.
El estudio incluyó los registros oficiales de los abortos atendidos en hospitales públicos y privados.
A partir de esas cifras, se hicieron estimaciones sobre la cantidad de abortos espontáneos e inducidos ilegalmente.
De acuerdo con Gómez, en el país se atendieron 11.636 abortos en el 2007. De ellos, 3.550 son espontáneos (se interrumpen de manera natural por el organismo).
En cuanto al resto, la Asociación Demográfica estima que son abortos ilegales inducidos.
Origen de datos. A partir de una encuesta realizada a personal de salud, la Asociación Demográfica determinó que por cada mujer que aborta y acude por atención médica hay otras tres que no lo hacen.
Esto les permitió estimar en 27.000 las interrupciones voluntarias del embarazo que se realizan de forma ilegal.
La cifra es el resultado de multiplicar los 8.086 abortos terapéuticos estimados para el 2007 por el número de mujeres que no van al médico cuando se practican un aborto.
El aborto inducido no terapéutico es ilegal en el país. Solo es permitido interumpir el embarazo en los casos en que este pone en riesgo la vida de la madre.
Aunque el aborto ilegal no tiene mayor impacto en la mortalidad materna, Cristian Gómez lo considera un gran problema de salud pública que el país debe enfrentar.
La Asociación considera que es resultado del embarazo no deseado. Por eso, cree necesario que las medidas para frenarlo deben incluir una adecuada educación sexual, el acceso a anticonceptivos modernos y el involucramiento del hombre en la salud reproductiva.
Según la ministra de Salud, María Luisa Ávila, se está haciendo un plan de sexualidad saludable por la preocupación sobre el aborto.