La Dirección General de Aviación Civil (DGAC) abrió una investigación preliminar al controlador aéreo “alterado” que provocó el cierre del aeropuerto Juan Santamaría, por casi una hora, la noche del 27 de julio.
Álvaro Vargas, jerarca de la entidad, confirmó a La Nación que ya se inició un procedimiento y que se tomaron algunas acciones, sin precisar cuáles.
“Se hizo un informe de lo sucedido, se nombró un órgano director y se hizo una investigación preliminar. Con base en esto se determinará si hubo responsabilidades o no”, manifestó el director general.
Consultado sobre qué fue lo que le ocurrió al funcionario durante su jornada, Vargas señaló que se sabrá cuando finalice el procedimiento interno.
“Eso es parte de lo que están determinando; esto apenas está empezando”, agregó.
La pesquisa, dijo, tomará “varios días”.
Ante otra pregunta de este medio, el director de Aviación Civil rehusó referirse a si el funcionario se mantiene en el puesto, o si fue suspendido o trasladado.
Indicó que “en esta etapa de investigación previa, cualquier información y documentación debe tramitarse con absoluta confidencialidad. Ni las partes ni terceros tienen acceso”.
Sin embargo, el presidente del Sindicato de Controladores Aéreos, Ronald Vega, confirmó a este diario que el trabajador fue enviado a vacaciones luego del incidente.
También señaló que no lo ha visto de turno en los últimos días, y advirtió de que no iba a referirse más al caso.
“Normalmente en estos casos y varios más se suspende la licencia y se cita a la persona a comisión médica”, comentó el sindicalista, quien anteriormente contó que el funcionario estaba muy “alterado”.
Los hechos se registraron cerca de las 10 p. m. de ese martes 27 de julio, cuando el comportamiento de este controlador aéreo provocó la suspensión de operaciones de la terminal internacional por 46 minutos.
“Nuestro turno es de las 6 p. m. a las 6 a. m. del otro día. Él estaba bien, pero 20 minutos antes de las 7 p. m. pidió permiso para ir a traer la comida. Cuando regresó estaba diferente, muy errático, se dormía.
“Le hicieron llamados y no los escuchó. En un momento, dio una instrucción completamente errónea a una aeronave, era para una pista y le dio otra”, relató Vega aquel día.
Al final, con la colaboración de paramédicos y policías, el funcionario fue relevado de su puesto, ya que no quería levantarse de su silla.
Sin embargo, hubo un atraso de 25 minutos de un vuelo carguero que no pudo salir por este altercado.
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Pruebas toxicológicas
Ronald Vega reclamó que desde el año 2014 existe un decreto para la aplicación de pruebas toxicológicas a todo el personal técnico de la Dirección General de Aviación Civil, pero que hasta el día de hoy nunca las han realizado.
Dijo que en el 2017 intentaron retomarlo, pero que quitaron a la persona encargada y que el director de Aviación Civil de aquel momento “no quiso hacer nada”, a pesar de existir un convenio con el Ministerio de Seguridad Pública.
“Toda esta inacción y desidia nos trajo al punto en el que estamos hoy”, apuntó.
El trabajador señaló que la mayoría de sus compañeros están dispuestos a participar en un programa voluntario de pruebas doping para ayudar a la administración en este tema.
Afirmó que para él, esto facilitará a la DGAC “evitar mayores dolores de cabeza” y que incluso se podría replicar en las demás estaciones.