Muchos de los libros de las bibliotecas públicas o del Ministerio de Educación (MEP) están desfasados, por ello, los usuarios no hallan la información requerida.
Estos centros carecen de apoyo tecnológico como Internet, que facilite la búsqueda de datos.
Su presupuesto es insuficiente para actualizar los títulos, en especial el material didáctico. También para ofrecer mejores horarios, pues las públicas abren de lunes a viernes de 10 a. m. a 6 p. m.
El Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes está a cargo de 58 bibliotecas públicas, es decir, hay cantones que no tienen una.
Aparte, solo en el 16 por ciento de las 4.232 escuelas y colegios públicos funciona una biblioteca del MEP: 689 en total.
Quejas. Rosa Quirós, jefa de la biblioteca pública de Puriscal, dijo que los libros de este centro están desactualizados. Su local, que pertenece a la Iglesia Católica, se encuentra en malas condiciones.
"No hay computadoras para el uso de Internet ya que no tenemos seguridad. Unos 65 estudiantes nos visitan por día, pero solo usan las instalaciones porque no se les puede brindar el material", dijo.
Una situación similar se vive en la biblioteca de Alajuela, dirigida por Rosa León. "Los libros de texto tienen cinco años de atraso", aseveró la funcionaria.
La biblioteca pública de Ciudad Quesada tiene más de un año de no adquirir libros nuevos.
Mariluz Rocha, de 26 años de edad, visita este sitio de estudios.
"He llegado a consultar libros y o no están o la información está desactualizada", puntualizó.
No hay plata. Carmen Madrigal, directora general de Bibliotecas, aseguró que la desactualización de textos es solo de uno o dos años.
"El problema es la falta de recursos. Este año tenemos ¢17 millones para comprar libros para las 58 bibliotecas públicas y la Nacional. Lo que le toca a cada una es insuficiente", aseveró Madrigal.
A cada biblioteca, en promedio, le toca ¢288.000. Ese dinero solo alcanza para comprar 57 títulos de ¢5.000 o 23 ejemplares del Código Da Vinci , que se vende en ¢12.500.
"No tenemos ni vamos a comprar libros de texto porque esa es obligación de las bibliotecas del MEP. Nuestra misión es fomentar la lectura para el público en general, no solo para los estudiantes.
"Con esta miseria de presupuesto no podemos comprar libros de texto que se desactualizan cada año", apuntó Madrigal.
Sobre el horario, dijo que no se puede ampliar por falta de plazas.
Eugenia Valerio, de bibliotecas del MEP, reconoció que los bibliotecólogos se quejan por la desactualización de textos, debido a los cambios de programas de estudio.
Esto hace que los establecimientos dependan de la donación para actualizar sus libros y equipo.
Yamileth Castillo, directora de la biblioteca pública de Liberia, en Guanacaste, afirmó que esas instalaciones ahora tienen un auditorio, televisor y una sala infantil gracias a las donaciones y un aporte del Ministerio de Cultura.