Prometió estar dos horas y diez minutos sobre el escenario y regalar un espectáculo sencillo, pero a la vez sofisticado.
Un Miguel Bosé de respuestas directas y contadas sonrisas ofreció ayer por la tarde una conferencia de prensa en el hotel Real Intercontinental, en San José. Su última visita fue en noviembre del 2000 con la artista Ana Torroja.
El cantante español llegó el lunes por la noche, junto con 10.000 kilos de equipo entre luces y escenografía, para dar hoy un concierto en el Palacio de los Deportes, Heredia.
La presentación de su espectáculo y del nuevo disco, Sereno, se realiza en momentos en que otros artistas foráneos también han estado disputando la atención del público tico en las últimas semanas.
Ejemplo de esto fueron los conciertos de Ricardo Montaner, La Oreja de Van Gogh y el Festival de Reggae. Empero, la empresa que trae a Bosé, Two Shows, reportó ayer como "normal" la venta de entradas.
Sin alargar innecesariamente sus respuestas, durante los 30 minutos de la conferencia, el cantante esquivó cualquier tema personal, pero sí fue generoso al conversar sobre el concierto y su último disco.
"Es la primera vez que presento el mismo espectáculo que viajará por España (...), la base del concierto es Sereno, pero hay canciones de Girados y otras de hace mucho tiempo", dijo el cantante, enfundado en una camisa de manga corta y pantalón de mezclilla.
"Siempre se dice que el último disco es el mejor porque se hace con mucho entusiasmo, pero no creo que este Sereno sea peor, ni mejor que los anteriores", explicó Bosé sobre la producción que "parió" luego de cinco años sin un disco inédito.
Al tiempo que pedía a los fotógrafos detenerse pues ya había posado para ellos, el español contó que partirá mañana a Guatemala para continuar con su gira de conciertos, por América y España, que cerrará en noviembre.
Cuando no hubo más preguntas, Bosé abandonó la sala de conferencias pronunciando un escueto ¡muchas gracias! , para volver al hotel La Condesa, en Heredia, donde se hospeda estos días.