Nueva York, EE. UU.
El ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Enrique Castillo, dijo esta tarde en la Organización de Naciones Unidas (ONU) que la decisión de Panamá, de arreglarse con Nicaragua por la pretensión de explotación petrolera en el mar, no hace cambiar la situación del país ante el conflicto con el gobierno de Daniel Ortega por la invasión en isla Calero.
Sin embargo, el canciller aceptó que, en cierta forma, ese acuerdo entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países refuerza lo dicho por él mismo ante los diputados de la Asamblea Legislativa la semana anterior, de que la presidenta, Laura Chinchilla, está sola en el conflicto.
"Eso refuera parcialmente lo que yo dije, porque seguimos juntos con Colombia, que es nuestro aliado más importante", insistió Castillo.
Ante las acusaciones del sandinismo, el canciller enfatizó en negar que haya complot o conspiración costarricense para militarizar de nuevo al país.
Esta mañana, Castillo llevó la solicitud de ayuda contra las agresiones nicaragüenses ante la secretaria estadounidense para Asuntos del Hemisferio, Roberta Jacobson.
Las agresiones del gobierno de Ortega vienen desde la invasión a territorio costarricense en el Caribe norte en octubre de 2010 y se reforzaron recién el mes pasado, cuando el equipo de dragado del río San Juan abrió dos nuevos canales de salida de ese río al mar, violentando tierra firma de Costa Rica.
"El esfuerzo es para buscar aliados, que la comunidad internacional se conmueva de lo que está sucediendo. Ella (Roberta Jacobson) mostró preocupación por la situación", informó Enrique Castillo, aunque aseguró que no se le hizo un pedido específico.