La compañía BetOnSports -cuyas oficinas ocupaban siete pisos en el Mall San Pedro- anunció ayer el cese de operaciones y el despido de 1.450 empleados.
La decisión es consecuencia de una orden de una jueza estadounidense de suspender la captación de apuestas provenientes de ese país.
David Carruthers -director de la compañía-, y su fundador, Gary Kaplan, figuran en una acusación de la Corte del Distrito Oeste de Misouri por fraude postal, evasión de impuestos y Racketeering (formar parte de un negocio ilegal para obtener ganancias), entre otros.
Ayer, al mediodía, los 1.450 empleados de la empresa recibieron sus cartas de despido.
"Debido a situaciones ajenas a nuestro control y a pesar de nuestros esfuerzos realizados en el último mes, nuestra empresa se encuentra en la imposibilidad material de seguir produciendo", explicaban las misivas entregadas a los trabajadores.
También en Antigua. La compañía anunció que también se marchará de la isla de Antigua, donde tenía otras oficinas.
"La directiva (de BetOnSports) anuncia que en vista de la orden de restricción temporal emitida por la Corte Distrital de Misouri, no considera que las operaciones del grupo dirigidas a los Estados Unidos desde Costa Rica y Antigua sean viables", señalaron personeros de la empresa en un comunicado.
En la misiva se comprometieron "a pagar los balances debidos a los clientes estadounidenses, así como el pago de cualquier cargo pendiente a nuestros empleados y acreedores en forma ordenada...".
El abogado de la compañía, Francisco Conejo, informó de que la junta directiva de BetOnSports tomó medidas para impedir que la empresa acepte transacciones de apostadores residentes en EE. UU.
Por el momento, el consorcio mantendrá sus operaciones fuera de ese país, según indicó Conejo. En su página de Internet la empresa aseguraba tener oficinas en República Dominicana, México, Reino Unido y Malasia.
"Estamos explorando oportunidades", agregó el personero, quien enfatizó que "este es un momento muy triste para la compañía".
"Tenemos suficientes recursos para hacer frente a los pagos. Todo dependerá de la habilidad del grupo (BetOnSport) para lograr que bancos y procesadores de dinero liberen nuestros fondos", dijo.
Rotación de personal. Los despidos comenzaron desde julio pasado, días después de que las autoridades estadounidenses detuvieron a David Carruthers en uno de los aeropuertos de Texas, Estados Unidos.
El director de BetOnSports provenía de Gran Bretaña con su esposa y se aprestaba a tomar un vuelo hacia Costa Rica.
"La compañía tenía previsto crecer; incluso se preparaba para la temporada alta del futbol americano. A raíz de la crisis (por la captura de Carruthers) comenzaron los despidos; eso siguió todo el mes
"Alegaron una reorganización para despedirme", relató uno de los empleados afectados.
A los trabajadores despedidos ayer les pidieron al menos 90 días para cumplir con los "extremos laborales". El cierre era un tema de conversación frecuente.
"En los últimos 15 días dejamos de recibir apuestas. La empresa trabajó con normalidad y a los apostadores se les explicó la situación", contó uno de los trabajadores, quien pidió el anonimato.
Causa judicial. Consultado sobre la situación legal de Carruthers, el encargado del Departamento Legal de BetOnSports, Francisco Conejo, comentó que la empresa no se referirá al caso.
El personero negó, ante una consulta de La Nación, que Gary Kaplan -el otro extranjero en contra de quien existe una orden de captura- tenga relación con la compañía en Costa Rica.
Para la Corte del Distrito Oeste de Misouri, Kaplan fundó BetOnSports con la intención de captar apuestas ilegales desde los Estados Unidos.
El diario inglés The Guardian aseguró -en una publicación del pasado 26 de julio- que Kaplan mantenía en su poder el 15 por ciento de las acciones.
Además lo señaló como presunto consultor de negocios para BetOnSports.
Para golpear a la compañía que se proclamaba "la más grande del mundo", en el 2002 agentes encubiertos de Estados Unidos asumieron el rol de apostadores.
En octubre de ese año, los oficiales se dejaron guiar por un anuncio publicitario que la empresa colocó en un estacionamiento, en las afueras del estadio de futbol americano del equipo Saint Louis Rams.
Según The Guardian, los falsos apostadores recibieron instrucciones de enviar dinero a cuentas en Belice o Ecuador para que les acreditaran su escogencia.