La atención de enfermedades oncológicas y otros padecimientos, como los respiratorios y cardiovasculares, que se financia con los impuestos al tabaco, está en riesgo, advirtió la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Según el Área de Tesorería General de la Dirección Financiero Contable la institución no ha recibido del Ministerio de Hacienda el 55% de los impuestos al tabaco como lo estipula la Ley General del Control del Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud (9028).
Entre 2022 y setiembre de 2024, Hacienda recaudó más de ¢68.456 millones en impuestos por venta de tabaco. Sin embargo, la CCSS solo recibió poco más de ¢8.424 millones de los más de ¢37.650 millones que le correspondían, informó la entidad.
La institución reclama que tampoco ha recibido lo que le corresponde por concepto de los impuestos provenientes de la Ley de Regulación de los sistemas electrónicos de administración de nicotina (SEAN), sistemas similares sin nicotina (SSSN) y dispositivos electrónicos que utilizan tabaco calentado y tecnologías similares (10.066).
Estos últimos dineros son destinados a medicamentos de alto impacto para cáncer, enfermedades cardiovasculares, pulmonares y cualquier otra patología grave que se detecte por el uso de vapeadores.
El gerente financiero de la CCSS, Gustavo Picado Chacón, afirmó que se han ejecutado acciones de cobro administrativo ante el Ministerio de Hacienda. Además, actualmente se valora iniciar el cobro judicial para recuperar los recursos que no se han transferido en los últimos años por concepto del impuesto al tabaco.
Según el funcionario, de continuar con la tendencia a la reducción de estos fondos, será necesario definir nuevas fuentes de financiamiento para los programas e iniciativas que se ejecutan en el Proyecto de Fortalecimiento de la Atención Integral del Cáncer.
Gonzalo Azúa, director del Proyecto de Fortalecimiento de la Atención Integral del Cáncer, de la CCSS, confirmó que los ingresos provenientes de la Ley 9028 han caído con los años.
Del 2013 al 2015, la CCSS recibió más de ¢20.000 millones; del 2016 al 2018, los fondos que ingresaron rondaron los ¢15.000 millones; entre 2019 y 2020 fueron de ¢10.000 millones, pero entre 2021 al 2023 fueron de alrededor de ¢3.000 millones.
Azúa afirma que la reducción global de los ingresos por impuestos al tabaco es de un 69%.
De acuerdo con el médico, la atención de las enfermedades asociadas al consumo de tabaco generó costos en atención de ¢300.318 millones, muy por encima de lo recaudado mediante tributos. En el 2020, los ingresos totales por impuestos fueron de ¢27.185 millones.
Para Gonzalo Azúa, la falta de estos fondos tendrá consecuencias directas en la capacidad de la CCSS para dar atención médica de calidad a enfermos de cáncer.
Maureen Rojas Líos, coordinadora del Portafolio de Inversión del Proyecto de Fortalecimiento de la Atención Integral del Cáncer, informó de que los recursos recibidos de la Ley 9028 se distribuyen en 26 líneas de inversión.
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La deuda del gobierno con la Caja creció a ¢4 billones, según datos recientes enviados por esta institución a la Asamblea Legislativa. El monto equivale a un 66% del presupuesto de la entidad encargada del Seguro de Salud y del mayor régimen de pensiones de Costa Rica, el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).