Unos calculaban que en el país hay 35.000 indígenas. Otros, que 40.000. Pero ninguno creyó que son 63.876 personas.
Los datos son oficiales y fueron dados a conocer el viernes por los responsables del último Censo Nacional de Población, realizado en julio del año 2000.
Bribris, borucas, cabécares, chorotegas, guaymíes, malekus, térrabas y huetares componen las diversas culturas indígenas.
Juntos constituyen el 1,7 por ciento del total de los habitantes, estimados por el último censo en 3.810.179 personas.
Los números no se pueden comparar con otros datos pues es la primera vez que un censo incluye una pregunta relacionada con la "cultura" a la que pertenecen los pobladores.
Las cifras generales tomaron por sorpresa a varios grupos de representación indígena.
Por ejemplo, Dónald Rojas, de la Mesa Nacional Indígena, aseguró que las estimaciones de su grupo se acercaban a las 40.000 personas.
De igual forma, los voceros de la Asociación Regional Aborigen del Dikes (Aradikes), en Buenos Aires de Puntarenas, también tenían datos que rondaban los 35.000.
Aferrados a la tierra
Lo que pasa es que los datos que manejan estos grupos no incluyen a la población que vive fuera de los 22 territorios indígenas del país.
Según el Censo, el 73 por ciento de los nativos (46.622), radican en las comunidades aborígenes o en sus periferias.
El demógrafo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), Jorge Barquero, consideró que esta es una prueba de que los nativos conservan la tradición de aferrarse a la tierra que los vio nacer.
Aún así, 17.254 miembros de estos grupos (27 por ciento) viven en pueblos no indígenas.
Para el térraba, Manuel Villanueva, la migración es producto de la falta de empleo y educación que sufren dentro de sus pueblos.
"Estudiar dentro de los territorios es difícil, algunos indígenas venden sus tierras para poder mandar a sus hijos a estudiar al colegio de Buenos Aires (Puntarenas)", dijo vía telefónica.
Villanueva es miembro de la Asociación del Dikes, que en lenguas bribri, térraba y brunca significa "agua grande", para referirse al río Grande de Terraba, al sur del país.
Él y sus compañeros de Talamanca y Boruca no desaprovecharon la oportunidad para pedirle al Gobierno que los ayude a resolver la situación económica y social que los aqueja.
Todos coinciden en la necesidad de que se titulen las tierras que les pertenecen y en que los gobiernos de turno les proporcionen más acceso a salud, educación, comercio y trabajo.
El presidente Miguel Ángel Rodríguez aseguró el sábado que esta semana emitirá una directriz para que cada institución estatal conforme una oficina para atender los asuntos indígenas.
Negros, chinos...
En términos numéricos, los indígenas representan una población muy parecida a la cultura afrocostarricense o negra, que es el 1,9 por ciento de todos los habitantes, 72.784 personas.
Los de origen chino son mucho menos: el 0,2 por ciento de la población nacional, unos 7.800, según el Censo Nacional.
Todos estos datos demuestran que Costa Rica es un país pluricultural, reconoció la coordinadora de Censos Nacionales, María Elena González. La prueba más fehaciente de esta diversidad está en Limón.
El 39,2 por ciento de los indígenas del país está radicado en Limón, provincia donde también reside un 74,4 por ciento de los negros y un 11,1 por ciento de los chinos.