El País

Chapulines cambian dominios

Colegios capitalinos en la mira del hampa

¿Recuerda usted a los chapulines? Sí, aquellos jóvenes que sembraron terror hace unos años en las calles del centro de San José.

Ahora sus dominios son otros. Cambiaron su campo de acción debido al incremento de policías en el casco metropolitano que, de una u otra forma, les impidió seguir realizando sus fechorías ante la mirada atónita de decenas de ciudadanos que fueron sus víctimas .

Pese a que en el centro de la capital aún existen varios grupos de chapulines, la mayoría se replegó a otras localidades josefinas de la periferia como Los Guido de Desamparados, Coronado, Los Cuadros e Ipís de Guadalupe, San Pedro de Montes de Oca y Pavas, entre otros lugares.

Tampoco continuaron actuando como cuando empezaron: en grupos de 20 y hasta 30 muchachos. Las bandas ahora son más reducidas, cuentan a lo mucho con una docena de integrantes, entre hombres y mujeres, que son dirigidos por uno o dos mayores de edad.

Esta metamorfosis también trajo cambios en su modus operandi. Aquello de arrebatarle las pertenencias a las personas y "apadrinarse" con el resto de la banda quedó casi en el olvido.

Ahora son un poco más violentos y encaran a la víctima con cuchillos y hasta con armas de fuego. En caso de resistencia o enfrentamiento, según la policía judicial, ellos son capaces de matar.

Así lo confirmó Hugo Mesén, jefe de la sección Penal Juvenil del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). "Las bandas en el centro de San José, calculo, disminuyeron en un 60 por ciento. Pero las que quedan siguen siendo bandas que asaltan y hasta violan", agregó.

Datos de la Corte Suprema de Justicia revelan que solo durante el primer trimestre de 1999 se abrieron en el país 2.729 causas contra menores por distintos delitos. De estos expedientes, 956 (el 35 por ciento) fueron tramitados en el Area Metropolitana

Para el ministro de Seguridad Pública, Juan Rafael Lizano, los chapulines desaparecieron de la capital gracias a la labor represiva que utilizaron contra ellos pues no encontraron otra forma para sacarlos de circulación.

"No creo en otras medidas en que se intenta reincorporar a estos jóvenes. Otros gobiernos lo intentaron y creo que no resultó. Nosotros metimos oficiales del CIFP (Centro de Información de la Fuerza Pública) vestidos de civiles al centro y ellos seguían a los grupos. Cuando iban a actuar siempre les caímos con todo", añadió Lizano.

Colegios en peligro

Dos cosas hacen que los colegios del cantón central de San José estén en riesgo inminente. Uno de ellos es la presencia de estudiantes de esas instituciones en bandas juveniles y el otro es que hay adultos que están introduciendo drogas a los centros educativos.

A criterio de Manuel Garro, director de la Policía Municipal de San José, el segundo aspecto es el más grave pues es el trampolín que impulsará a otros jóvenes a unirse a las bandas de chapulines.

"En los colegios de San José detectamos un problema de drogas muy alto. Eso desembocará en nuevos chapulines. Sabemos que hay hombres que están explotando a colegiales para que sean ellos los que distribuyan la droga adentro. Hay que parar eso&...;y pronto", comentó Garro.

Por este motivo las autoridades han creado una serie de programas para atacar el problema. La Policía Municipal y el Ejército de Salvación son parte de las entidades que se esfuerzan por reformar a estos muchachos. (Vea nota aparte.)

No obstante, la ciudadanía sigue igual: insegura. Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lo puso en evidencia.

De un total de 1.214 personas que la firma Unimer entrevistó en febrero de 1999, en toda el gran Area Metropolitana, las cabeceras de Limón, Guanacaste, Puntarenas y Ciudad Quesada, la gran mayoría mostró su preocupación por el tema de la inseguridad.

Ante la pregunta ¿teme caminar por las calles? un 54 por ciento de los encuestados dijo que sí, un 42 por ciento que no, mientras que el 3 por ciento restante no respondió. El temor crece más por las noches.

Asimismo, un 60 por ciento de la muestra consideró que los robos y asaltos en lugares públicos son lo más comunes.

¡A cuidarse!

Para la policía la mejor defensa que puede utilizar el ciudadano contra estos jóvenes delincuentes es caminar con cuidado y con la mínima cantidad de objetos de valor. Así no se convertirá en un blanco tentador para los chapulines que estarán observándolo.

Antes solo había que estar atento ante la llegada por las aceras de las bandas; sin embargo, ahora lo pueden sorprender en un auto. Esto porque también se dedican a robar vehículos mediante asaltos a mano armada.

De esa forma pueden interceptar a sus víctimas en cuestión de segundos sin que ella pueda reaccionar. Según el OIJ, los carros los roban fuera de San José y los traen al centro de la capital solo con el fin de delinquir.

En estos golpes -de características más profesionales- participan tanto menores como mayores de edad que, posiblemente, son aquellos mismos que hace cinco años caminaron haciendo fechorías por las calles.

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