La constructora China Harbour Engineering Company (CHEC) bajó el ritmo a los trabajos para completar la ampliación de los 107 km entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón, una vez más. A la empresa le quedan solo siete meses para entregar el proyecto y aún debe completar cerca del 20% de las obras.
De acuerdo con el último informe de supervisión elaborado por la empresa Cacisa (que hasta junio fungía como gestora del proyecto), la constructora china disminuyó la cantidad de personal y de equipos en el campo, lo cual se ve reflejado en los porcentajes de avance.
El documento, suministrado por la unidad ejecutora del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), detalla además que la cantidad de equipos pasó de 136 a 101 entre mayo y junio; mientras que el personal en el sitio también disminuyó de 1.317 a 1.062 trabajadores en ese periodo.
Eso podría explicar que mientras para abril se tenía un 80% de avance, que representaba una “sobreejecución” al ser 6,67% más de lo planteado en el cronograma, para finales de junio decayó. El avance llegó a 81%, lo que implicó que el proyecto progresó solo 0,31% y estaba 8,87% por debajo de lo esperado.
Según el informe, el principal avance hasta ahora se registra en la construcción del tronco principal de la vía. Al cierre del estudio, solo había 6 km del trayecto a construir donde no han comenzado los trabajos y 11 km de carriles por rehabilitar sin intervención.
El miércoles 9 de agosto, durante la conferencia posterior al Consejo de Gobierno, el ministro de Obras Públicas, Luis Amador, aseguró que en los próximos días se recibirían unos 70 km de los 107 km totales que contempla el proyecto.
En mayo pasado, los usuarios ya podían transitar por unos 20 km a cuatro carriles, mientras que otros 15 km se encontraban concluidos pero aún no se habían habilitado, aunque muchos usuarios los utilizaban ante la falta de señalización o por irrespeto a los cierres establecidos.
Puentes y pasos
En el detalle entregado por la supervisora se añade que de los 33 puentes nuevos que la empresa debe construir, solo dos se han completado, aunque la mayoría se encuentra con más del 90% de avance; de las estructuras a rehabilitar hay al menos 17 que aún tienen obras pendientes.
En el caso de los puentes peatonales, el contrato vigente establece que se deben colocar 24 estructuras, de las cuales solo se han completado siete; no obstante el número total de pasos de este tipo podría variar debido a que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) realiza ajustes en los diseños para bajar costos.
Un panorama similar enfrentan los pasos a desnivel y los intercambios principales. En el caso de los primeros, se han completado tres de 13 previstos, mientras que de los cinco intercambios contemplados en el contrato solo el de Guápiles tiene un avance de 97%, el de Río Frío un 75% y en los cruces de la Terminal de Contenedores, Moín y Siquirres no han comenzado las obras.
El ministro de Obras Públicas adelantó que algunos de los pasos o intercambios establecidos en el contrato serán sustituidos por rotondas, aunque no detalló en cuáles sitios se harían esas modificaciones.
La supervisora también informó de que la empresa cuenta con 417 parcelas con acceso para construir, de las cuales en 152 se gestionaron entradas en posesión voluntaria, lo que significa que la expropiación no se ha completado, pero los dueños autorizaron el ingreso de maquinaria. Hay 265 terrenos ya inscritos a favor del Estado, pero están pendientes todavía 147 procesos de expropiación.
Desde el inicio del proyecto, una de las principales quejas de parte de la empresa ha sido, precisamente, la falta de espacio para trabajar, además de la disponibilidad de recursos y permisos. Por su parte, el MOPT ha reclamado en distintas ocasiones la lentitud en la ejecución de las obras, así como dificultades para establecer cronogramas y finalizar los diseños.
Actualmente, ambas partes tienen abiertas una serie de inconformidades que incluyen reclamos económicos por más de $150 millones planteados por la empresa, los cuales según el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), están siendo analizados minuciosamente para determinar si proceden.
En febrero, el Gobierno otorgó a la constructora una cuarta modificación en el plazo de entrega de la obra que trasladó la fecha de finalización al 15 de marzo del 2024.
La ampliación de la ruta 32 recibió orden de inicio en noviembre de 2017, durante el gobierno de Luis Guillermo Solís, sin que se contara con diseños, expropiaciones, permisos y reubicación de servicios. Originalmente, debía estar lista en octubre del 2020
Sin gerente de proyecto ni supervisora
La lenta ejecución de los trabajos que deben estar listos el 24 de marzo del próximo año, ya fue advertida por autoridades del Conavi, quienes achacan las demoras a un “desinterés” por parte de la empresa.
Durante la sesión de Junta Directiva de ese consejo del pasado jueves 3 de agosto, el director ejecutivo, Mauricio Batalla, señaló problemas de coordinación con la constructora china debido a que el gerente del proyecto se encuentra de vacaciones y esta era la única persona con la que el MOPT y Conavi, así como los subcontratistas, tenían comunicación.
Esta situación fue calificada por el director del Conavi como una “falta de empuje” de la empresa CHEC, que de no mejorar podría impactar el plazo fijado para la entrega de las obras.
Las cúpula del Conavi acordó pedir la intermediación de la Cancillería para que gestione ante el Gobierno de China y este con la empresa, el regreso “lo antes posible” de su gerente de proyecto.
Adicionalmente, el ministro Amador dijo el miércoles que actualmente el proyecto se encuentra sin fiscalizador, pues la empresa que se encargaba de esas tareas fue “cambiada” debido a la investigación que se sigue por supuestos elementos de corrupción hallados en el proyecto.
La Nación envió por correo electrónico, a las 10:42 a. m. de este miércoles, consultas a Mariano León, quien figura como el último encargado de relaciones públicas de la empresa CHEC, para conocer las razones de los atrasos así como la ausencia del gerente del proyecto, pero no se habían recibido respuestas al momento de la publicación de esta nota.
También se gestionaron, mediante la oficina de comunicación del Conavi, una serie de consultas relacionadas con los atrasos registrados en el informe y las medidas implementadas por la unidad ejecutora, pero al cierre de la publicación aún se encontraban en trámite.
Además de la ampliación a cuatro carriles, el proyecto encargado a CHEC inicialmente contemplaba la construcción de 33 nuevos puentes, 13 pasos a desnivel, 11 retornos, 24 puentes peatonales y cinco intersecciones en los intercambios a Río Frío, Guápiles, Siquirres, Moín y la Terminal de Contenedores de Moín (TCM).
El costo del proyecto originalmente era de $465 millones, financiados en su mayoría por el Eximbank de China y una contrapartida nacional de $69 millones; sin embargo las autoridades del MOPT y Conavi estiman que se requerirían unos $200 millones adicionales para completar los trabajos y pagar los reclamos de CHEC. El origen de esos fondos, al igual que los recursos necesarios para la construcción de las llamadas obras complementarias, no se ha dado a conocer por parte del Gobierno.
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