El presidente de Costa Rica era Rafael Yglesias Castro; el país tenía 397.000 habitantes, y recién empezaba a correr el tranvía de San José. En 1900 también nació José Uriel Delgado Corrales, conocido como Chepito.
Él celebró, este martes, sus 115 años en el Hogar de Ancianos de Piedades de Santa Ana.
Aparte de ser el costarricense más longevo del país, según datos del Registro Civil, es el más sano de los 22 ancianos que habitan en ese centro. Nunca se casó ni tuvo hijos, y vivió en San Ignacio de Acosta.
El único tratamiento que toma es para la presión. Poco a poco ha perdido la vista y el oído, pero nada de eso le impide bailar, comer lo que quiera y hacer ejercicios.
"Para la edad que tiene, es el que está mejor de salud de todos. Lo hemos llevado a citas, pero nos dicen que tiene la pupila gastada de tanto uso", relató Dionisio Sibaja, funcionario de ese albergue de ancianos.
Chepito llegó al Hogar en 1994, cuando estaba en situación de abandono y dormía en casas de caridad.
Nunca habló de su vida pasada. Desde que arribó al centro, hasta ahora, sus respuestas siempre han sido "ajá", "no" o "no me acuerdo".
"A veces parece que está peleando con alguien porque comienza como a discutir. Él es muy independiente; solo que hay que hablarle muy fuerte porque casi no oye. Le encanta coleccionar sombreros. Nunca falta a la misa que hacemos en el Hogar", describió Sibaja.
Aunque siempre ha sido muy discreto con su vida pasada, nunca olvida a José Figueres. Él asegura que, en las elecciones del 2 de febrero del año pasado, votó por este mandatario, quien gobernó de 1970 a 1974 .
"¿Cuántos años cumple Chepito?", le pregunta la monja Emérita Jiménez, quien dedica parte de su día a cuidarlo. Él responde: "35...; no, no: 115".
Hasta hace apenas un año, cuando comenzó a perder la visión, Chepito aceptó ir a hacer sus necesidades en un baño.
"Siempre se escapaba para hacerlas en un cerco. Un día hasta llegó a saltarse el portón que es cuatro veces más grande que él", contó Sibaja.
Para todos en el Hogar, la vida de Chepito es un misterio, pero la duda que siempre ronda en sus cabezas es: "¿Qué hizo para llegar a los 115 años?".