Los galardones de la comunidad científica quedaron este año en el laboratorio de un joven microbiólogo , entre las páginas del diario La Nación y en la imprenta de una editorial que divulga temas de biodiversidad .
En el auditorio del Centro de Transferencia Tecnológica, en Zapote, San José, las autoridades del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit) y del Ministerio de Ciencia y Tecnología entregaron ayer sus galardones 2001.
El microbiólogo Esteban Chaves ganó el Premio TWAS/CONICIT para científicos jóvenes por su investigación sobre los efectos de las toxinas de la bacteria Clostridium difficile sobre la salud humana.
"El premio es un gran incentivo para los científicos nacionales que trabajan en el país", dijo Chaves, quien, con 32 años, acaba de concluir su doctorado en Ciencias por el Instituto Karolinska, en Suecia. (Lea mañana una entrevista en la revista Viva).
Debbie Ponchner siguió en la lista de reconocimientos con el Premio de Periodismo en Ciencia y Tecnología 2001 por la mejor cobertura de esos temas desde las páginas de La Nación . "En este diario existe un espacio para tratar ese tipo de informaciones porque la ciencia es noticia", opinó la periodista de 24 años y con una maestría en Comunicación Científica en España.
Ponchner es colaboradora desde el 2000, y el año pasado ingresó como redactora.
En la Editorial del Instituto Nacional de Biodiversidad recayó el Premio Editorial en Ciencia y Tecnología 2001 . Su director general adjunto, Alfio Piva, comentó que desde hace unos tres años publican al menos 20 títulos y elaboran materiales especializados para niños y adultos.
También se otorgó una mención honorífica a la Editorial del Instituto Tecnológico de Costa Rica, con sede en Cartago.